La Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) de Uruguay se adjudicó otra resonante victoria jurídica contra el capítulo local de América Móvil. El Tribunal de lo Contencioso Administrativo apoyó la posición del regulador en una controversia legal con la empresa, que busca brindar servicios de banda ancha a través de fibra óptica (FTTH).
El fallo sostuvo que “la autorización del tendido de ductos y fibra óptica debe atarse con las licencias correspondientes; es decir, esos tendidos se autorizan exclusivamente para la prestación de los servicios de telecomunicaciones autorizados por las licencias correspondientes”.
Por lo tanto, el título que permite a Claro a brindar Internet móvil no constituye una “autorización indiscriminada para el empleo de fibra óptica” dado que “no la habilita a prestar el servicio de transmisión de datos por medios alámbricos”.
El cuerpo jurídico también desestimó el argumento de Claro, que buscaba ampararse en las condiciones establecidas por el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Uruguay y México. “Las referencias a ese texto normativo que hace la actora (…) son genéricas y no se advierte que los actos impugnados colidan, en lo más mínimo, con ninguna de esas disposiciones”, sostuvo.
En la actualidad, la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel) tiene el monopolio en la prestación de FTTH, con más de 550.000 hogares pasados.
No se trata del único conflicto que Claro mantiene con las autoridades uruguayas, dado que protagoniza una dilatada batalla para entrar al segmento de televisión restringida.
