NFV: costos y agilidad como motores para su despliegue

Con el pasar del tiempo las motivaciones por migrar a una arquitectura virtualizada están migrando. Inicialmente la propuesta se presentaba como una solución para que los operadores pudieran ahorrar en sus costos de capital y operación (Capex y Opex). Estos ahorros provenían del hecho que con NFV muchas de las “cajas” de la red, diseñadas específicamente para realizar una función, pasaban a ser “cajas” genéricas capaces de aceptar diferentes tipos de software para diferentes tipos de funciones de red.

Sin embargo, los ahorros, si bien podrían llegar a ser significativos —15 por ciento en el peor de los casos y 30 por ciento en el mejor—, los grandes operadores, según los fabricantes, empiezan a ver más valor en los beneficios de NFV como motor para generar nuevos ingresos que en los ahorros, porque consideran, en general, que estos ahorros tardarán en materializarse.

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NFV no sólo se trata de ahorros en Opex, sino que se trata de tener mayor agilidad en los servicios, comenta Phil Tilley, director de marketing NFV y CloudBand de Alcatel-Lucent. Los ahorros en Opex acabarán siendo también una realidad, pero en la actualidad con parte de la red yendo a la virtualización y la otra “operando como siempre”, los ahorros pueden no ser tan obvios.

Con NFV se verán ahorros de Capex y de Opex, pero antes de que NFV haga que la infraestructura “sea más simple, primero la hará más compleja”. La virtualización no se puede presentar como una solución inmediata a algunos de los problemas que enfrentan los operadores en la actualidad, especialmente porque los operadores tienen miles de millones de dólares invertidos en redes que se construyeron en base al hardware. “Faltan unos 10 años antes de que las redes estén virtualizadas en, por lo menos, un 50 por ciento”, dice Justin Paul, director de marketing OSS de Amdocs.

Para Nirav Modi, director de innovación de software Cyan, está claro que inicialmente no habrá ahorros al migrar hacia NFV simplemente porque los operadores se verán forzados a invertir en nueva infraestructura que ahora no poseen, como por ejemplo servidores. Con el tiempo el modelo de costos mejorará porque los propios fabricantes de infraestructura no podrán seguir añadiendo los mismos márgenes que obtenían por hardware propietario.

El modelo de costos de los operadores cambiará porque el propio modelo de costos de los fabricantes también disminuirá debido a que se centrarán en el desarrollo de software y no hardware. Los ahorros de los fabricantes se trasladarán a sus productos, beneficiando a los operadores. Sin embargo, alerta Nirav, este proceso no será rápido porque muchas de las empresas que intentan liderar este movimiento —no porque quieran sino porque no les queda más remedio— podrían retrasar esta transición debido a que sus negocios aún son muy dependientes del hardware. La presión de las nuevas empresas que emergen con sólo soluciones de software jugará un papel fundamental en determinar la velocidad de dicha transición, concluye.

Parece una cifra bastante consensuada por los fabricantes —y diría que por los operadores también—  que el lanzamiento de nuevos servicios tarda una media de 18 meses. Cuando un servicio requiere tanto esfuerzo antes de lanzarse, no se le puede dejar fracasar. De hecho, los propios responsables de la decisión de crear un servicio dentro de los operadores no se pueden permitir el lujo de admitir el fracaso sin exponerse a perder su empleo.

Este tiempo y costo en el lanzamiento de nuevos servicios, choca frontalmente con la realidad de los proveedores que operan en la nube cuyo modo operativo les permite lanzar nuevos servicios a mayor velocidad y, por lo tanto, promueven internamente la cultura del “build it quick and fail fast”, la cual se pueden permitir porque sus costos de desarrollo y puesta en marcha de sus nuevos servicios no es tan elevado. Los operadores deben poder recrear ese mismo ambiente, dice Justin Paul, director de marketing OSS de Amdocs.

La agilidad será el mayor beneficio que obtengan los operadores, especialmente cuando tengan acceso a activar recursos de red bajo demanda y según las necesidades de sus usuarios sin tener que destinar gran cantidad de recursos financieros para acomodar picos de demanda concretos. “Además, se podrán lanzar ciertos servicios sin necesidad de invertir en infraestructura, sino utilizando la nube para ofrecerlos y si funcionan, entrar en el mercado”, explica Nariv de Cyan.

Ignacio Garcia-Carillo, gerente de desarrollo de negocios NFV para Latinoamérica de HP cree que las motivaciones para invertir en NFV se pueden explicar según la región geográfica donde opera cada operador. En Latinoamérica y Europa los operadores son más sensibles a los costos y en cambio en Norteamérica “está prohibido hablar de costos”, porque los operadores están ahora pendientes de la agilidad y el poder lanzar servicios de forma rápida al mercado. “Lo decía el CTO de Telus en Canadá, que un ahorro del 15 o 20 por ciento no le excitaba”.

Los costos asociados a NFV, concuerda Garcia-Carilloserán inicialmente elevados, como sucedió con aquellos que se embarcaron en sus inicios a desarrollar la nube. Sin embargo, una vez creada una base de infraestructura NFV, hacer crecer el ambiente virtualizado será muy sencillo y mucho más barato en comparación que una estructura clásica.

Para Wayne Cheung, director de marketing de producto de Juniper Networks, ambas costos y agilidad en conjunto forman parte de la motivación de los operadores para migrar hacia NFV.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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