Avanza la digitalización de las ciudades en Latinoamérica

En la industria de las telecomunicaciones, y particularmente en Latinoamérica, el término “ciudad inteligente” es a menudo abusado con la intención de promover novedades tecnológicas de distinto calibre o buscando aplicar una pátina modernista a iniciativas de lo más diversas en el campo del urbanismo. A pesar de la retórica, la región está dando sus primeros pasos en la materia y no parece apropiado hablar todavía de “ciudades digitales” latinoamericanas.

Sin embargo, no pueden desconocerse los numerosos avances en este sentido. “En los últimos años, son muchas las cosas que se están haciendo en Smart Cities”, expresó a TeleSemana.com Nicolás Chiappara, director del Sector público para Cisco Latinoamérica. “No solamente hay intención de los líderes de conocer y saber más, sino que se empiezan a ver despliegues en varias de las ciudades de Latinoamérica, por no decir las más importantes”, agregó.

Hasta ahora, abundan los despliegues demostrativos de tecnologías replicables y escalables. Quizá motivados por las altas tasas de criminalidad que padece la región, las soluciones de seguridad pública se cuentan entre las que más interés despiertan, aunque también hay espacio para una diversa gama de servicios en materia de tránsito e incluso administración inteligente de la energía eléctrica.

En São José dos Campos, una ciudad de 600.000 habitantes situada en el estado de San Pablo, Ericsson implementó un centro de operaciones en el que la policía civil, militar y los diversos órganos de defensa trabajan de manera integrada. En tan solo tres años, la iniciativa propició que la tasa de homicidios local bajara de 10,21 a 8,29 por cada 100.000 habitantes.

El Centro de Gestión de Seguridad Ciudadana que Telefónica inauguró en Cusco, Perú es otro ejemplo de la fructífera asistencia que la tecnología puede brindar a las fuerzas públicas en beneficio de la sociedad. A futuro, aparecen otros proyectos, como el operador móvil virtual (MVNO) dedicado a seguridad que Motorola quiere implementar sobre la red mayorista de México.

Ericsson también dio la nota en Águas de São Pedro, cuando se unió a Telefónica para implementar sensores en playas públicas de estacionamiento con el objetivo de facilitar la detección de sitios vacantes , mientras que en Santiago de Chile colaboró con Entel para desarrollar herramientas de Big Data que permitan mejorar la gestión del transporte público.

Aunque los despliegues de Smart Grid son más escasos, cabe destacar el caso de Megacable que instalará 160.000 medidores inteligentes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el valle de México luego de adjudicarse un contrato de 106 millones de dólares.

La paulatina digitalización de las ciudades está ineludiblemente atada a la cristalización del Internet de las Cosas (IoT), la red de objetos físicos cotidianos que se conectará a Internet con miras a revolucionar el modo en que las sociedades se relacionan con su entorno.

En este campo, los servicios de comunicación máquina a máquina (M2M) se cuentan entre los más extendidos. De acuerdo a un estudio de GSMA Intelligence, existen 16,1 millones de acceso móviles M2M en la región, de los cuales 9,8 millones corresponden a Brasil. Personal en Argentina y Tigo en Colombia y Paraguay también incursionaron en este segmento.

Cisco estima que 50.000 millones de cosas estarán en línea para 2020. En ese sentido, es bastante optimista respecto al potencial de IoT en Latinoamérica. Según sus cálculos, Brasil, puede generar ingresos adicionales por 352.000 millones de dólares en los próximos diez años, oportunidad que alcanza los 197.000 millones de dólares en el caso de México, 79.000 millones de dólares en Argentina, 64.000 millones de dólares en Colombia, 51.000 millones de dólares en Chile, 42.000 millones de dólares en Venezuela y 38.000 millones de dólares en Perú.

Sin embargo, la materialización de las “ciudades digitales” requerirá un arduo esfuerzo, dado que más del 99 por ciento de las cosas en el mundo físico permanecen desconectadas.

La proliferación de las zonas de acceso Wi-Fi ofrece un primer paliativo. Por ejemplo, México ya conectó a más de 65.000 espacios públicos y Venezuela, a otros 3.000. El fenómeno adquiere particular fuerza en las capitales, como se evidencia en Asunción, Brasilia, Buenos Aires y Santiago de Chile, entre otras. En San Juan, Puerto Rico, incluso se creó un corredor digital de fibra óptica que permitió transformar el antiguo distrito teatral en un hub tecnológico.

A pesar de su contribución, los puntos Wi-Fi son apenas un limitado remedio. Un somero análisis del escenario regional revela que, para existir, las Smart Cities necesitan muchos de los mismos recursos que exige la industria móvil. “El principal desafío que tenemos es la inversión en infraestructura. Sin tecnología no hay ciudad inteligente”, manifestó a este medio Marise Deluca, encargada de la división de Smart Cities de Ericsson.

Los operadores que se desempeñan en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica y Nicaragua han vivido en carne propia las dificultades que plantea el despliegue de infraestructura. Solo en Perú, las trabas municipales obligaron a Claro a reducir su expectativa de inversión en 100 millones de dólares durante 2014. Y en México, el Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) debió pedir que no se criminalice la instalación de radiobases, luego de que un partido político redactara un proyecto para frenarla.

La escasa disponibilidad de espectro representa otro importante problema. Según José Otero, director de 4G Americas para América Latina y el Caribe, Brasil, Chile, Colombia y Argentina tienen 542 MHz, 465 MHz, 412,5 MHz y 370 MHz de espectro asignado para servicios móviles, respectivamente, cifras bastante lejanas a los 1.300 MHz recomendados por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).

Chiappara culpa a la regulación, aduciendo que avanza a menor ritmo que la tecnología. “Los usuarios están adoptando estos servicios de forma vertiginosa, y la regulación debe adaptarse”, concluyó. A pesar de todo, comienzan a verse algunas señales esperanzadoras.

Con mucho tino, Colombia y Brasil han decidido empezar a discutir qué rol jugarán estas tecnologías en sus respectivas agendas digitales. En el primer caso, la Agencia Nacional de Espectro (ANE) contempla destinar 50 Ghz de nuevas bandas de espectro para atender las necesidades del IoT, mientras que en el segundo, el Gobierno Federal tiene en estudio un plan para regular temas como privacidad, seguridad y derechos del consumidor en dichos servicios.

Otros países y municipios deberán evaluar con más seriedad estas iniciativas con vistas a dilucidar un esquema superador de los fragmentarios despliegues actuales. “No lo lograrás en un mandato, lo harás en un plazo de diez años”, sostuvo DeLuca. “Hay que tener un plan anclado en instituciones extra políticas y garantizar su coordinación”, sentenció.

Andrés Krom se graduó en la Tecnicatura de Periodismo de TEA (Buenos Aires). Durante su carrera trabajó en varios medios de comunicación online en el sector de tecnología y telecomunicaciones. Sus artículos han sido replicados por importantes medios gráficos en países como Argentina, Bolivia, Nicaragua, Panamá, Venezuela y publicaciones regionales.

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