¿Qué tan “avanzada” es la red LTE-Advanced?

Mientras la industria celular se prepara para el próximo gran adelanto tecnológico en telecomunicaciones —la 5G—, la “brecha generacional” está siendo salvada por una tecnología provisional conocida como LTE-Advanced (LTE-A). Si bien no es este un término familiar para el público en general, aquellos que siguen atentamente a los operadores de Europa y Asia habrán notado sus alardes sobre estas nuevas capacidades 4G “avanzadas”.

EE —operador del Reino Unido— llama a esta tecnología 4G+; Vodafone la describe como 4,5G. Pero el nombre que los operadores elijan importa poco: todos ellos prometen que traerá de la mano un incremento significativo del desempeño de la red. ¿Pero qué es exactamente LTE-A y de qué modo puede mejorar la experiencia de los usuarios de telefonía móvil?

Definir LTE-A es un poco difícil ya que no se trata de una única tecnología, sino más bien de una mezcla de técnicas diversas y actualizaciones diseñadas para mejorar la cobertura, la capacidad y la resiliencia de la redes de telefonía móvil. El estándar de LTE-A incluye nuevas tecnologías de antena avanzadas, diseñadas para enviar más señales a los celulares; técnicas de mitigación de interferencia, que permiten a los operadores incorporar nuevas small cells a sus redes; y modulaciones de orden superior, que incrementan la eficiencia de las conexiones. Pero el componente estrella de LTE-Advanced es una tecnología llamada carrier aggregation o agregación de portadoras (CA), que proporciona aquello que los operadores mejor saben vender a sus clientes: velocidades más rápidas.

Esencialmente, la agregación de portadoras permite a un operador combinar dos o más transmisiones de downlink (conocidas como “portadoras”) en una única súper-conexión. Los operadores están desplegando LTE por todo el espectro, pero en la mayoría de los casos las frecuencias no son contiguas. Mediante CA, un operador como EE puede agregar una primera portadora de 20 MHz en la banda de espectro de 1800 MHz con otra en la banda de 2,6 MHz. El resultado es una velocidad de descarga de hasta 300 Mbps, el doble de lo que cada portadora podría alcanzar por sí sola.

Esta tecnología presenta así un increíble beneficio para los usuarios, particularmente aquellos deseosos de una conexión más rápida. Pero es preciso tener en cuenta que algunas redes LTE-A son más “avanzadas” que otras. Los operadores sólo pueden agregar aquellas partes del espectro 4G que se encuentran a su disposición. Vodafone, por ejemplo, combina una portadora de 10 MHz con otra de 20 MHz, creando una red que en teoría puede alcanzar los 225 Mbps. Según el acceso que tengan al espectro, algunos operadores están agregando dos portadoras de 10 MHz cada una, o una de 10 MHz con otra de 5 MHz. Esto significa que existen muchas redes LTE-A, diversas y con velocidades máximas muy variables.

Cualquiera sea el caso, toda red LTE-A supone una mejora con respecto a sus predecesoras, por lo que vale la pena aprovechar esta tecnología siempre que sea posible. Para eso es necesario contar con uno de los últimos modelos de smartphone, tableta o modem. Existen actualmente muchos dispositivos habilitados para CA, pero sólo unos pocos pueden soportar las altas velocidades de las redes LTE-A más potentes surgidas en el transcurso del año. Entre estos últimos se incluyen smartphones Samsung como el Galaxy S6, S6 Edge y Note 4; los iPhone 6 y 6 Plus; el HTC One M9; el LG G Flex 2; y los Ascend Mate 7 y Honor 6 de Huawei. Ya es posible comprar chipsets para smartphones que soportan LTE-A y el año próximo saldrán al mercado muchos más dispositivos que puedan llegar a velocidades de 300 Mbps.

No hay que olvidarse, por otra parte, de los otros componentes de LTE-A. Puede que a los operadores les resulte difícil explicarle a sus usuarios las ventajas de una tecnología como Enhanced Inter-Cell Interference Coordination (eICIC), pero los usuarios las disfrutarán de todos modos. SK Telecom está utilizando eICIC para desplegar clusters densas de small cells en los lugares con mayor demanda de datos, asegurando la conexión de todos los usuarios incluso cuando la red se encuentra congestionada.

Deustche Telekom está probando una tecnología de antena llamada 4×4 MIMO, que permitirá duplicar la cantidad de datos enviados desde una torre a un dispositivo celular. Los beneficios del uso de antenas múltiples incluyen incrementos significativos de velocidades (DT está alcanzando los 580 Mbps) y una mejora de la performance en las zonas límites de las celdas de radio, donde las llamadas perdidas son más frecuentes y las velocidades de datos más pobres.

Si hoy por hoy estamos experimentando las primeras redes LTE “avanzadas”, es de esperar que en el futuro LTE-A conozca avances aún mucho mayores.

Texto traducido por Johanna Basnak, OpenSignal. Puede leer la versión original en inglés aquí.

Kevin Fitchard es un periodista especializado en la industria móvil y las tecnologías inalámbricas, que ha escrito más recientemente para Gigaom y como autor invitado para OpenSignal.

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