El operador brasileño Oi tendrá seis meses a partir del pasado dos de julio para presentar a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) una nueva oferta de referencia para la compartición de su infraestructura pasiva.
De acuerdo al portal Telesíntese, el proveedor debe ofrecer acceso a estos activos en condiciones más competitivas luego de que el regulador determinara que detenta un poder significativo en este segmento.