Huawei anunció una visión “radical” para la siguiente generación de arquitectura de redes para proveedores de telecomunicaciones: Application-driven Network (ADN). La particularidad de este nuevo concepto es que para el diseño y evolución de la infraestructura se le dará prioridad a las aplicaciones y servicios, contradiciendo así los acercamientos tradicionales por los cuales el foco se centraba en la utilización de recursos y la optimización de las operaciones de la red.
Como suele se habitual en este tipo de anuncios, Huawei acusa ser el primero en proponer este esquema por el cual las aplicaciones deben ser prioritarias. El fabricante chino cree que este acercamiento cambiará cómo las redes fijas y móviles del futuro serán desarrolladas.
Lo que hace a ADN diferente, dice Huawei, es que no se trata simplemente de mapear las aplicaciones con la red física que se utiliza como una tubería con funcionalidad limitada. El nuevo concepto permitirá redes adaptables de extremo a extremo dependiendo de la demanda por aplicaciones específicas para ofrecer una mejor experiencia para el usuario.