La situación económica y política en Venezuela está empezando a tener lo que parece ser un impacto negativo en el sector de la telefonía móvil. Los últimos datos divulgados por el regulador, Conatel, muestran un retroceso en la penetración del servicio desde el primer trimestre de 2014 hasta el tercero de 2015. Curiosamente, la escasez de equipos y su elevado precio a causa de la inflación no han frenado el apetito de los consumidores por obtener dispositivos que les permitan navegar por Internet y utilizar aplicaciones móviles más allá de los SMS y la voz.
Crecimiento de smartphones (en millones)
[chart id=”6″]
Fuente: Conatel
Mientras el mercado móvil se contraía en cuanto a número de líneas activas, el número de smartphones crecía de los 9,2 millones de dispositivos en el primer trimestre de 2014 hasta llegar a los 12,6 millones en el tercer trimestre de 2015. La adopción de este tipo de terminales ha impactado también al tráfico de datos móviles, que pasó de 7,3 a 16,5 terabytes en dicho período.
Los datos muestran una situación muy particular en Venezuela que ya se vislumbraba en el año 2000, cuando este mercado se consideraba uno de los más avanzados, por no decir el más avanzado, a escala regional en la adopción de nuevas tecnologías —en aquella época los operadores TDMA estaban planeando su migración a CDMA2000—.
Las restricciones en la importación y los elevados precios posiblemente estén provocando que no se alcance el verdadero potencial que tiene el mercado para adoptar los nuevos dispositivos. Al igual que en Argentina —situación que podría corregirse con el nuevo gobierno—, la presencia del iPhone y el sistema operativo iOS no tiene cabida en Venezuela debido a las trabas aduaneras, privando al mercado de la segunda plataforma móvil más popular a nivel mundial y garantizando una llamativa y extemporánea participación de BlackBerry.
Participación de sistemas operativos para smartphones
[chart id=”7″]
Fuente: Conatel
