Esta semana el ministro de asuntos digitales de Francia, Axelle Lemaire, anunciaba el inicio de un piloto que intentará demostrar la viabilidad de la tecnología Licensed Shared Access (LSA). El anuncio se realizó en la sede del start-up francés RED Technologies y utilizará la banda de 2,3-2,4 GHz autorizada tanto por el regulador francés, ARCEP, como por el ministro de defensa. Además de la empresa francesa, colaboran en esta prueba Ericsson y Qualcomm.
Si las pruebas arrojan resultados positivos —como se espera—, Francia podría liberar un mayor volumen de bandas licenciadas en los próximos 24 meses, permitiendo el crecimiento del mercado de telefonía móvil, promoviendo un aumento de la competencia y la innovación en ese mercado.
De poder emplearse LSA en toda Europa, dice el comunicado, se podría poner a disposición del mercado suficiente espectro para el correcto desarrollo de la futura 5G.