¿Cómo sobrevive la TV paga? Esta es la pregunta que se hacen los operadores de televisión por suscripción hoy, en un contexto en que los usuarios están cambiando su manera de ver contenidos y que la televisión lineal pierde atractivo —aunque, de acuerdo con cifras de Cablevisión, hoy la TV lineal representa todavía el 72 por ciento del rating, impulsado, por supuesto, por los contenidos en vivo como noticias o deportes—. Sin embargo, el mismo operador, que ofrece servicios de Internet bajo la marca Fibertel, explica que el 60 por ciento del tráfico de su red de Internet es video, siendo Netflix un 28 por ciento y YouTube un 26 por ciento.
Desde la entrada de los OTT de video al mercado, los operadores intentaron competir con una oferta de contenidos atractiva. Cablevisión lanzó primero OnDemand y luego su opción OTT, pero ninguna de ellas logró frenar el avance de Netflix. Ahora, apuestan por una solución de IPTV, mucho más robusta, que hoy está en fase de prueba entre sus empleados. La ruta prevista es iniciar una prueba del servicio en junio con clientes seleccionados y lanzar masivamente el servicio entre octubre y noviembre de 2016.
“Es una evolución del paquete de Cablevisión HD”, señaló Gonzalo Hita, gerente Comercial de Cablevisión. La propuesta es una aplicación que integre los servicios “Play” de las señales como HBO, Fox o ESPN, el contenido lineal que ofrece Cablevisión en su grilla habitual y video bajo demanda. En un futuro, podría integrar también servicios como Netflix. “Hoy no hay una experiencia integrada de VOD, nosotros buscamos ordenar un poco lo que el público quiere consumir”, explicó Hita en una reunión con medios.
Al servicio, que emula las iniciativas de Comcast en los Estados Unidos, se podrá acceder a través de una aplicación móvil, un SmarTV, un decodificador —híbrido, ya que no todo el contenido lineal se migrará a IP, debido a que esta red todavía no permite realizar multicast—, y, posiblemente, también con dispositivos tipo Chromcast que permitan hacer un mirroring en televisores más antiguos.
“Es una iniciativa que apuesta a mejorar el valor de Cablevisión”, señaló el ejecutivo. Y precisamente, ese parece ser el mayor dilema que tienen hoy los operadores de televisión paga, ¿cómo generar valor en un mercado donde es cada vez más usual el cord-cutting?. Cablevisión cree que con su nuevo servicio de IPTV está la respuesta, ya que busca generar un valor adicional a la oferta tradicional de servicios de televisión paga.
Por supuesto, el lanzamiento del nuevo producto no está solo y va acompañado de un reemplazo de su red de cablemódem y fibra, para alcanzar cada vez mayor velocidad de Internet —la empresa calcula estar lanzando en los próximos cinco años servicios de 1 Gbps y tener un promedio de 225 Mbps de velocidad en su red—. Este año, prevé terminar con su oferta de 3 Mbps, migrando a todos sus clientes de este servicio a uno de 6 Mbps. “Ya hemos migrado cerca del 50 por ciento de nuestros clientes de 3 Mbps a una velocidad superior”, destacó Hita.
Además, Cablevisión espera duplicar el índice de migración de su base de clientes con servicios de TV analógicos a soluciones digitales y HD. “Estamos todavía definiendo que modelo de servicio IPTV le podemos ir ofreciendo a nuestros usuarios del servicio básico, para que prueben el servicio y entiendan cuáles son las ventajas”, afirmó.
De acuerdo con la información del último balance de resultados del Grupo Clarín, publicado esta semana, Cablevisión facturó en el primer trimestre del año unos 7.068 millones de pesos (497 millones de dólares), un crecimiento del 55 por ciento con respecto al año anterior. El Ebitda fue de 2.778 millones de pesos (195 millones de dólares), un incremento de más del 40 por ciento con respecto al mismo período de 2015.
Cablevisión cuenta con 7,8 casas pasadas y 3,87 millones de suscriptores únicos. La penetración de la televisión digital sobre el total de casas preparadas para servicios digitales es del 55,3 por ciento. La compañía cerró marzo de 2016 con poco más de dos millones de clientes de banda ancha. El ARPU de los servicios de video e Internet totalizó 590,3 pesos (41,57 dólares).
