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Operadores brasileños gastan casi US$ 100 millones al año por robo de equipos y cables
Los operadores de telecomunicaciones deben invertir 99,7 millones de dólares cada año para reponer infraestructura, equipos y cables robados. El número es equivalente a la instalación de 640 antenas, destacó el Sindicato Nacional de empresas de Telefonía y de Servicio Móvil Celular y Personal de Brasil (SindiTelebrasil).Las consecuencias de los hurtos para las compañías fueron discutidas ayer en audiencia pública de la Comisión de Fiscalización Financiera y de Control de la Cámara de Diputados. Allí se indicó que el año pasado hubo 5.600 interrupciones ocasionadas por robo y cinco millones de consumidores vieron afectados sus servicios.Durante 2015 se sustrajeron cuatro millones de metros de cable y más de 3.000 radiotransmisores, amplió la entidad, y llamó a las autoridades a tomar medidas para frenar esta realidad. Reforzó su pedido indicando que la situación compromete incluso a servicios de utilidad pública.Este problema no compromete solo al mercado brasileño; es situación que se replica en otros países de la región. En Colombia, el robo de cobre generó pérdidas por 2,6 millones de dólares en el primer semestre. Uruguay, en tanto, trabaja en mejorar el marco jurídico para desalentar estas prácticas y empresas como Hondutel, en Honduras, y Telefónica del Perú generan reportes para dimensionar cuánto afectan a su operación.Por otra parte, SindITelebrasil se quejó de que a las pérdidas patrimoniales y la interrupción de servicios se suman las penalidades que reciben por parte de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), al no cumplir con las metas de cobertura y servicios en las zonas afectadas, por estos actos delictivos.