Casi cuatro años pasaron desde aquel 12 de diciembre de 2012 en que Enrique Peña Nieto asumió como presidente de México. Desde ese momento el país atravesó procesos importantes en materia de telecomunicaciones e incluso impulsó una reforma que se convertiría en ejemplo para la región. Los analistas coinciden en que, con Peña Nieto al frente, México incrementó su competencia al punto de eliminar ese ítem de las prioridades, pero aún tiene pendientes: la cantidad de accesos está por debajo de lo esperado.
El periódico local El Universal resaltó también el crecimiento del ratio telecomunicaciones/PBI. Mientras que hace cuatro años representaba el 2,9 por ciento, al primer trimestre de este año ascendió a 3,6 por ciento. Las tarifas de los servicios cayeron, los Operadores Móviles Virtuales (MVNO) se multiplicaron y se eliminó la larga distancia nacional, entre otros sucesos.
En términos de inversión los números son auspiciosos. Empresas privadas destinaron al sector 3.651 millones de dólares en 2015, un 34,8 por ciento más respecto al año anterior. De acuerdo a las cifras presentadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el 72 por ciento fue destinado al segmento fijo y el resto al celular, aunque el regulador espera que este apartado crezca fuertementemente en los próximos años con la llegada de AT&T.
Pero también hay un listado de pendientes que preocupa. “La asignatura pendiente son los 40 millones de mexicanos que no están conectados”, apuntó José Fernando Negrete, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi). Agregó que el proyecto de Red Compartida no debe ser el único argumento del gobierno para resolver problemas de cobertura.
Una vez terminado el primer trimestre de 2016, el porcentaje de acceso a banda ancha en México era del 12,1 por ciento (IFT). El número es menos de la mitad respecto del promedio en países de OCDE a fines de 2015 (29 por ciento).
“Lo preocupante es que ya han transcurrido cuatro años y la agenda sigue siendo extensa”, indicó Ernerto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit (CIU). El ejecutivo enumeró una serie de cuestiones que aún deben resolverse, entre los que destacó el mencionado proceso de Red Compartida, el concurso de 2,5 GHz y el reemplazo del Satélite Centenario, que estalló durante la tercera etapa de lanzamiento al espacio.
