Los operadores intentan resolver su relación con los OTTs mediante la regulación; les sigue faltando tecnología y modelo de negocio

Los proveedores de servicios over the top (OTT) traen consigo tres desafíos: tecnológico y de negocios, que afectan directamente a los operadores, y regulatorio, que afecta directamente a los reguladores y, de forma indirecta, a los operadores. Uno de los terrenos más fértiles para debatir sobre este triptico es Europa, donde los operadores, a través de ETNO, realizan importantes esfuerzos de lobby para que la regulación europea cree esquemas que reduzcan sus obligaciones o, por el contrario, que aumenten las de los OTT. El dilema no lo tienen únicamente en Europa y países en Latinoamérica también contemplan nivelar el terreno de juego entre los proveedores de Internet y los operadores.

El debate sobre esta relación entre operadores de telecomunicaciones y OTTs vuelve a la primera plana en Europa a raíz de un artículo de The Financial Times. En él se advierte que durante este mes de septiembre la Comisión Europea (CE) dará a conocer un borrador de una posible futura ley que obligaría a los OTTs a ofrecer mayores garantías sobre sus servicios, mayor seguridad en la protección de datos —potencialmente creando un impacto negativo sobre cómo los OTTs monetizan sus servicios —y poder ofrecer al usuario el acceso a los servicios de emergencia. Esta regulación afectaría tanto a las llamadas de voz como a los servicios de mensajería que replican al SMS. Estos servicios OTT se encuentran en una zona de nadie, ya que o no existe ninguna regulación que los controle —y si existe alguna se hace difícil ejecutarla—.

El documento que verá la luz este septiembre, según el medio británico, parece argumentar en favor de este tipo de regulación ya que estos nuevos servicios están reemplazando a servicios similares que sí estaban regulados y tenían una serie de obligaciones con los usuarios. La CE estaría buscando que las garantías ofrecidas por estos servicios fuesen un mandato también para los nuevos proveedores.

Curiosamente, las llamadas peer-to-peer, como por ejemplo cuando un usuario de Skype llama a otro en el mismo servicio, no tendrían esta obligación, lo que abre la puerta a que estos servicios no se amparen en el número telefónico del usuario para ofrecer su servicio como medida para evitar la regulación.

Algunos sectores menos favorables a imponer mayor regulación contra estos jugadores, y que provienen de regiones como el Reino Unido o Estados Unidos, aducen que en parte este tipo de regulación se está imponiendo por la presión de los grandes grupos de telecomunicaciones europeos, como Orange, Telefónica y Deutsche Telekom (DT) contra los OTT de Estados Unidos, como Skype (Microsoft) y WhatsApp (Facebook). Algunos ven una batalla por defender a las empresas europeas (los operadores) de las empresas de Internet estadounidenses.

Sin poder desmontar del todo la teoría de la conspiración, y porque creemos que algo de “guerra comercial” sí que puede existir en este enfrentamiento, otros mercados “neutrales” como lo son algunos latinoamericanos, también están empezando a evaluar cómo implementar una regulación sobre los OTT, no solamente en obligaciones relacionadas con el servicio, sino incluso en el ámbito impositivo.

En Latinoamérica existe una cruzada por parte de los operadores para conseguir que la regulación reduzca la carga impositiva sobre el sector. Recientemente un estudio del Centro de Estudios de Telecomunicaciones de América Latina (Cet.la), parte de la Asociación de Telecomunicaciones de América Latina (Asiet), presentó un estudio en el que se propone dar algunos consejos para disminuir la brecha digital en la región, siendo los impuestos una de las claves para conseguir la reducción de la brecha digital. A su vez, se ve como los OTTs pagan sus impuesto lejos de los mercados donde ofrecen servicio, alentando el debate sobre la necesidad de crear esquemas más igualitarios y mecanismos de control que permitan que operadores y OTTs puedan competir bajo las mismas reglas y condiciones de mercado.

Por si fuera poca coincidencia, la semana en la que The Financial Times vuelve a sacar este asunto a relucir, Telefónica anuncia el próximo lanzamiento de una plataforma anti OTT. Una plataforma que intenta demostrarle a los usuarios que los OTTs son malos porque viven de sus datos personales y que el operador es bueno porque tiene la red, le permite el acceso y además, ahora, le cuidará los datos personales para que los OTT no abusen de ellos.

La regulación de los servicios de Internet, u OTT, va a provocar un duro dolor de cabeza para los que lo intenten regular —aunque no por ello debe dejar de intentarse—. Algunas cuestiones, como las cargas impositivas, pueden llegar a ser más fáciles de resolver, pero todo lo que sean trabas al desarrollo de estos servicios se va a complicar si esto afecta a los usuarios, porque son millones de ellos que usan estos servicios para comunicarse, conscientes, además, de que sacrifican intimidad por no pagar por el servicio.

Las reclamaciones de los operadores en materia de regulación con los OTTs tienen una base argumentativa solida, pero también la tienen quienes creen que no debe sobreregularse —quizá sería mejor aflojarle la cuerda a los operadores—.

Independientemente de cómo acabe este capítulo del enfrentamiento entre los OTTs y los operadores, la realidad es que estos últimos aún tendrán dos de los tres pilares sin resolver. La regulación les puede ser favorable, pero la tecnología de sus redes y su modelo de negocio aún no estarán preparados para competir contra los OTTs —con los que no tienen problema de llegar a acuerdos cuando quieren acelerar la adopción de sus servicios de datos—.

Hay algo difícil de negar y es que los servicios de comunicaciones se deben ofrecer, y lo debe hacer aquel que los pueda ofrecer con mejor garantía en relación a su costo. El mercado parece evidenciar que son los OTTs las entidades elegidas para ofrecer estos servicios y una mayor regulación tendrá un impacto relativo, no absoluto, como para devolverles a los operadores el rol protagonista.

Los operadores están migrando hacia la 5G y SDN/NFV como tecnologías para habilitar un cambio en su modelo operativo, de inversión y de negocio en general. La regulación merece ser un campo de batalla, pero nunca la solución a los problemas. Y mucho menos será un freno al avance de los OTTs que seguramente sabrán adaptarse a las nuevas reglas mucho más rápido de lo que los operadores se están adaptando a las nuevas realidades del mercado.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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