“La participación de empresas mexicanas en Red Compartida permitirá aprovechar la infraestructura desplegada”

El último cuatro de noviembre, Rivada Networks, uno de los dos postores a la licitación de la Red Compartidaen México, fue declarado insolvente y su competidor, el consorcio Altan —conformado por las mexicanas Axtel, Megacable y otras empresas del mundo de las finanzas— se quedó como único candidato a hacerse de la operación de la red mayorista en 700 MHz.

TeleSemana.com habló con Fernando Borjón, titular del Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel) —organismo encargado de la Red Compartida— para analizar las perspectivas del ambicioso proyecto tras la decisión de desplazar a Rivada.

La Red Compartida había despertado grandes expectativas, ¿qué ha sucedido para que, finalmente, sea solo un postor el indicado para este proyecto?

Teníamos altas expectativas en este proyecto. Eran expectativas de nivel constitucional, como parte de la Reforma de Telecomunicaciones que tuvo como objetivo incrementar la competencia y cambiar un poco la estructura de este mercado, donde tenemos un preponderante con más del 60 por ciento del mercado. Las expectativas eran fundamentalmente cambiar la estructura de mercado, y eso se mantiene, porque creemos que va a ser posible con la Red Compartida.

En cuanto al número de participantes, creo que es algo engañoso y antes de dar una respuesta hay que entender el contexto. Primero, tenemos que ver cuantos participantes hay en el mercado móvil mexicano, y lo que vemos es que tenemos tres operadores: Telcel (América Móvil), AT&T y Telefónica. Dado esto, no se podía esperar muchas compañías presentándose para una red donde se requiere, para empezar, una garantía de más de 50 millones de dólares.

Lo que se fue dando en el proceso es que algunas de esas empresas interesadas se fueron uniendo y formando consorcios. Rivada había conformado un consorcio; Altán, la otra empresa que está interesada, es otro consorcio. En ese consorcio en total hay nueve compañías, entre empresas especializadas en el mundo financiero y compañías con know how en el negocio de telecomunicaciones.

El proceso ha ido generando estos consorcios. Al final del día, lo que estamos buscando es un nuevo entrante. Si hoy en el proceso queda una opción, vemos que todavía podemos lograr la meta.

Cuándo se comenzó a hablar de la Red Compartida se esperaba una fuerte participación de operadores internacionales pero solo ha quedado en carrera un consorcio compuesto principalmente por empresas mexicanas, ¿qué importancia tiene para el éxito de la Red Compartida que participen compañías que ya conozcan el mercado?

Yo creo que es algo muy importante porque estas empresas, además de conocer el mercado, también tienen infraestructura desplegada. Megacable, por ejemplo, participa de un consorcio que ya tienen acceso a fibra óptica. Hace varios años se hizo la licitación de fibra oscura y Megacable tiene la operación de esa red, entonces puede facilitar el acceso a esa infraestructura.

Ahora, yo no he visto el dictamen de competencia y yo no soy parte que califica. Quien analizó en materia de competencia fue el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y éste determinó que estos operadores de telecomunicaciones no van a tener influencia en la forma en que se comercialice la red. Lo que se buscaba evitar desde el punto de vista del regulador es que no haya un operador que pueda poner una barrera a la competencia, pero sí que pueda contribuir con su infraestructura y con su conocimiento del mercado.

La constitución señala que no debe haber ningún operador participando en la Red Compartida que tenga influencia en el mercado. La manera como se entendió ese concepto no es restrictiva en cuanto a poder participar contribuyendo con infraestructura. Lo que sí no se puede es que un operador tenga suficiente control de capital para tomar decisiones e influir en la operación y la comercialización de la Red Compartida.

Rivada, luego de ser declarado insolvente ha señalado que la licitación estaba direccionada para que gane el otro postor, ¿cómo responde a esas acusaciones?

Por supuesto que no estaba direccionada la licitación. Rivada conocía las reglas y la forma en que se iba a jugar ese juego. Nosotros publicamos las bases a finales de enero y hubo dos procesos de aclaraciones. Hubo 900 preguntas y respuestas que fueron atendidas, incluyendo el tema de la garantía de seriedad. Por supuesto que no estaba hecho a favor de nadie, sólo a favor de generar concurrencia.

Los ajustes que se realizaron a lo largo del proceso fueron beneficiosos para todos. Rivada dijo estar en contra, pero a nosotros nos había venido a decir que estaban muy bien los ajustes. La verdad que sorprende mucho este tipo de declaraciones, pero hay que entenderlo desde el lado de alguien que está molesto por un error que es imputable a ellos mismos.

¿Existe riesgo de falta de competencia en las ofertas que aún quedan por revisar de Altan o no hay riesgo alguno debido a que el consorcio ya ha presentado su oferta económica y de cobertura?

Es lo más parecido a la licitación a sobre cerrado. Precisamente lo que se hizo en noviembre fue abrir, por una parte, la oferta económica y, al mismo tiempo, pedir en sobre cerrado la oferta de cobertura, que es el principal criterio de selección. Lo que se va ahora a estudiar son las condiciones de la oferta económica. Ahora, cuando Altan presentó su propuesta se vislumbraban otros dos postores, por lo que se dio en concurrencia.

Entonces, esperamos que la propuesta que haya hecho Altán —que presentó el 20 de octubre, al mismo tiempo que Rivada— sea satisfactoria. Si se aprueba la oferta económica se dará paso a la apertura de la propuesta de cobertura que, debe ser siempre superior al 85 por ciento de la población.

¿Cuál será la fecha en que finalmente se conozca si Altan gana la licitación?

Por el momento, habrá definiciones el 17 de noviembre, que es la fecha que está en el calendario.

¿Qué sucede en caso de que la propuesta no sea satisfactoria y quede desierta la licitación?

Si la propuesta no es satisfactoria, deberíamos declarar el concurso desierto y habría que volver a empezar, porque tenemos un mandato constitucional. Obviamente, no es un escenario deseable para nosotros.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.