Pasaron dos años, siete meses y cinco días desde aquel 25 de abril de 2014 en que Microsoft se quedaba definitivamente con el negocio Devices and Services de Nokia. La finlandesa creyó entonces que esa era la mejor opción, pues el duopolio de Google y Apple le demandaba inversiones que no podía afrontar en un mercado cada vez más competitivo.
En el tercer trimestre del año se vendieron 373 millones de smartphones en el mundo. Samsung se mostró, de nuevo, como líder del mercado: comercializó 71,7 millones de dispositivos o el 19,2 por ciento del total. Sin embargo, el año no fue el que esperaba: las fallas en el modelo Note 7 y la mayor competencia por parte de compañías chinas la obligan a repensar el negocio y se podría convertir en holding el año próximo.
Apple mantiene el segundo puesto pero sus ventas interanuales también cayeron: comercializó 43 millones de dispositivos y concentró el 11,5 por ciento del mercado. Detrás, pero cada vez más cerca, aparecen Huawei (8,7 por ciento), Oppo (6,7 por ciento) y BBK (5,3 por ciento). Entre las tres superan la participación de Samsung y duplican la de Apple.
Esta situación interviene como contexto para oficializar una noticia que ya se conocía desde mayo: Nokia vuelve a los dispositivos móviles. Microsoft no supo cómo participar de la torta y perdió terreno frente a las multinacionales; hace más de un año registró un cargo por deterioro de casi 7.600 millones de dólares, asociados principalmente con la compra del segmento de la finlandesa de hace un año.
Nokia comercializará móviles desde el primer semestre de 2017, a través del acuerdo con HMD Global, una compañía finlandesa a quien dará su marca y patentes para que pueda vender bajo su nombre. La empresa sabe que no tiene margen para el error y ahora sus dispositivos utilizarán sistema operativo Android. Según La Vanguardia, presentará en primera instancia cuatro productos entre teléfonos y tabletas.
HDM Global entra entonces en la charla; la compañía con base en Helsinki está formada por extrabajadores de Nokia y las oficinas de una y otra están a pocos kilómetros de distancia. Si bien, aclaró el periódico, Nokia dijo no haber invertido en su ahora socia tendrá un rol determinante en las decisiones y testeará todos los productos antes de ser puestos en el mercado.
