La respuesta al título de esta nota no es sencilla porque la madeja NFV se está complicando en lugar de simplificarse. Empresas como VMware, comprobando el panorama, ven una oportunidad de ser el “desfragmentador”, un rol importante que muchos operadores deben estar buscando. Para ocupar ese rol, VMware anuncia haberse unido como miembro Platino al OPEN-O, proyecto de código abierto auspiciado por el Linux Foundation que desarrolla la capa MANO de NFV con la idea de ofrecer a los operadores un orquestador de extremo a extremo para redes híbridas NFV/SDN y equipos de legado. VMware es, además, miembro del Open Source MANO (OSM), proyecto parecido, aunque algo diferente, que emerge del proyecto OpenMANO de Telefónica.
El operador español liberó en su día dicho proyecto en formato de código abierto para que la comunidad fuese quien terminase de desarrollarlo. La intención de Telefónica era evitar lo contrario a la fragmentación: “vendor lock-in”. Pero como encontrar el término medio nunca en tan sencillo como parece, en lugar de caer en la trampa del “vendor lock-in”, los operadores se están viendo enredados en la maraña de proyectos de código abierto que tan de moda se están poniendo en el sector de las telecomunicaciones. Sin embargo, al querer evitar quedar atrapado en un solo proveedor —que conviene no demonizarlo, porque a veces tiene sus ventajas— en el mercado se están desarrollando en paralelo varias iniciativas que generan nuevas incertidumbres, como, por ejemplo, saber cuál de ellas será finalmente la más adoptada y la que se convertiría en el estándar de facto.
Repasemos algunas de las iniciativas que están en marcha.
OSM se lanzó en febrero de 2015 y, como comentábamos anteriormente, continúa el trabajo iniciado por Telefonica I+D sobre la capa MANO. Este grupo opera bajo el auspicio de ETSI y cuenta con el apoyo de un diverso número de operadores de todo el mundo como el propio Telefónica, SK Telecom, Sprint, BT, Telenor, por nombrar algunos. En octubre de 2016, este organismos lanzó el Release ONE, primera versión, la cual fue descargada 800 veces desde 50 países en las primera cuatro semanas después de su lanzamiento, según un comunicado del propio organismo.
OPEN-O, se anunció en marzo de 2016, y aunque está bajo una entidad considerada neutral en el desarrollo de proyectos de código abierto como es el Linux Foundation, la influencia por parte de China no es menor ya que Huawei se comprometió a invertir 30 millones de dólares en este proyecto que está siendo apoyando por China Mobile y China Telecom. De hecho, en el anuncio previo a su lanzamiento realizado en febrero durante el MWC2016 en Barcelona, Jim Zemlin, director ejecutivo de The Linux Foundation, decía lo siguiente acerca de la naturaleza de este organismo: “Nacido en China pero de naturaleza global”. Y aunque OPEN-O no está bajo el paraguas de ETSI, el grupo dice adherirse al marco de referencia de este organismo.
Y aunque aún no está cómo proyecto de código abierto —seguramente durante MWC2017 el operador lo anuncie junto con el Linux Foundation— AT&T está promocionando su plataforma Enhanced Control, Orchestration, Management, and Policy (ECOMP), que el operador comenzó a desarrollar hace casi tres años porque imaginamos las iniciativas que les ofrecía el mercado no acababan de cumplir con sus expectativas —algo parecido creemos que le sucedió a Telefónica con OpenMANO—. Mientras libera el código al mercado, operadores como Orange en Francia y Bell Canadá lo están probando y, en ambos casos, las reacciones a la plataforma de AT&T son positivas.
