La variación negativa en cantidad de usuarios y abonados en Brasil ya no es novedad. Los servicios de telecomunicaciones están alcanzados por la fuerte crisis económica que azota al país y que se ve reflejada en telefonía fija y móvil y televisión paga. La banda ancha fija y móvil, por ahora, mantienen la flecha hacia arriba acompañadas por un sólido crecimiento de 4G.
Brasil cerró noviembre con 42 millones de líneas fijas, indicó un comunicado del regulador. El número es 1,8 por ciento menor que el registrado un año atrás. En los últimos doce meses sólo tres empresas percibieron un crecimiento en su base de usuarios: CTBC, BT y Sercomtel.
La caída en telefonía fija es una constante en toda la región pero Brasil también muestra números negativos en el segmento celular. Registró en noviembre 248,44 millones de líneas móviles activas, un 7,8 por ciento menos que igual mes del año anterior. La baja fue menos intensa gracias al sólido crecimiento de la base postpago, que ya alcanzó al 31,5 por ciento del total de clientes.
En el caso de televisión paga la tendencia fue la misma y la cantidad de abonados cayó 1,8 por ciento interanual hasta 18,73 millones en el anteúltimo mes de 2016. En este segmento se destacó un crecimiento de más del 30 por ciento en los accesos de fibra óptica hasta 219.000, aunque todavía se presenta como una tecnología incipiente y acapara apenas el uno por ciento del mercado.
Los últimos datos de banda ancha fija del regulador datan de septiembre y van a contramano del resto. En ese entonces Brasil contabilizó 26,5 millones de abonados a este servicio, un cuatro por ciento más que lo registrado al cierre del tercer trimestre de 2015.
Con este panorama y la esperanza de recuperar terreno en el plano económico y lograr una mayor estabilidad política, el desafío de aumentar la base en los servicios tradicionales aparece como un punto clave en la agenda de las telecomunicaciones para 2017.
