AT&T presentó los resultados de su negocio para el año completo 2016. La compañía alcanzó ingresos totales por 163.800 millones de dólares, un 11,6 por ciento por encima del año anterior. El beneficio neto cayó un 2,8 por ciento anual hasta 13.300 millones de dólares.
El negocio internacional de AT&T —que incluye las operaciones de telefonía móvil en México y de DTH en América Latina— continúa en la senda de crecimiento al incrementar sus ingresos en un 77,5 por ciento anual hasta 7.283 millones de dólares, impulsado principalmente por el negocio de DirecTV.
El segmento de video alcanzó una facturación de 4.910 millones de dólares anuales —contra unos 2.100 millones de dólares en 2015—, mientras que los servicios inalámbricos aportaron 1.905 millones de dólares, un incremento del 15,7 por ciento anual.
DirecTV hizo caso omiso a este incremento en la facturación de servicios de video, y en ninguno de sus reportes explica a que se debe la expansión. Es posible que se trate solo de un aumento en los precios ya que en términos de suscriptores, DirecTV no registra grandes cambios con respecto a 2015. La compañía cerró con poco más de 12 millones de clientes, la mayoría de ellos en la región Panamericana, que alcanzó un crecimiento del dos por ciento anual. La operación de Sky en Brasil registró una baja del 3,5 por ciento —en línea con los resultados generales del sector de la TV paga en el país— y cerró con 5,2 millones de clientes.
El futuro de DirecTV Latinoamérica, a su vez, parece incierto. Mientras que AT&T señalaba hace algunos meses que tenía planes de desprenderse de la compañía, Fox Networks anuncia esta semana que podría retirar sus señales de la parrilla de DirecTV si no se llega a un acuerdo de retransmisión. 2017 podría ser un año clave para el futuro del operador de DTH en el continente.
En México, AT&T contabilizó 11,9 millones de líneas móviles, un crecimiento del 37,9 por ciento anual. El reporte de resultados muestra una variación en la composición de usuarios que pasó de ser una base mayoritariamente postpago —similar a lo que estaba acostumbrada la compañía en los Estados Unidos— a ser una base mayoritariamente prepago, mucho más en línea con la estructura del mercado latinoamericano. La compañía registró al cierre de diciembre de 2016 unas 4,9 millones de líneas postpago —un aumento del 15,8 por ciento anual— y 6,7 millones de prepago, un aumento del 68,9 por ciento anual.
Pero a pesar de un crecimiento en la facturación y en la cantidad de usuarios en América Latina, AT&T sigue registrando pérdidas en su negocio internacional. Sólo en 2016 perdió 713 millones de dólares, un 47,6 por ciento más que el año anterior. La razón de este resultado negativo se explica, en parte, por un crecimiento del 73 por ciento anual en los gastos de operación y soporte de negocio, que demandaron un desembolso de 6.830 millones de dólares en todo el 2016. Además, la compañía viene invirtiendo en la expansión de su red LTE en México, que ya alcanza a 78 millones de mexicanos —la expectativa es llegar a 100 millones para fines de 2018—.
Para el 2017 —excluyendo el impacto de una posible consolidación con Time Warner—, AT&T espera mantener un ritmo de crecimiento de los ingresos del grupo de un dígito y una expansión de su margen operativo ajustado. Además, prevé que las inversiones de capital superen los 22.000 millones de dólares anuales, con un flujo de caja de 18.000 millones.
