Un informe positivo del área técnica de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) se tomó como un paso adelante para la fusión entre AT&T y Time Warner, valuada en 85.400 millones de dólares. Pero ahora se pronunció la Procuraduría del regulador, que consideró que la operación presenta indicios de violación al artículo quinto de la Ley de Servicio de Acceso Condicionado (SeAC).
Esta “contradicción” entre las partes abre un debate interesante, que seguramente sea materia de evaluación en el seno de Anatel pero, en la industria, la clave pasa por develar cuál de las posiciones tendrá más peso. El portal local Teletime no tiene dudas e indica que es probable que este revés “sea determinante en la postura del regulador”.
El argumento central de la Procuraduría es que el acuerdo podría infringir la Ley SeAC en el apartado que establece límites de propiedad cruzada entre los actores que generan contenido y los que los distribuyen. En su descargo, además, solicita que Anatel presente un oficio con su posición sobre la fusión y que también se pronuncie al respecto el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade).
