El crecimiento de abonados al servicio de televisión paga en México fue de 1,2 por ciento entre enero y marzo, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi). El número es bajo si se compara, por ejemplo, con el crecimiento de 12,8 por ciento obtenido en el primer trimestre de 2016 y el panorama empeora si se contempla que por primera vez en siete años algunas de las empresas perdieron clientes.
Al buscar las causas se encuentran varias respuestas. La primera y quizás más relevante es, una vez más, la depreciación del peso frente al dólar. La variante negativa frente a la moneda extranjera generó que el valor de los paquetes se encarezca 11,6 por ciento entre marzo de 2010 e igual mes de 2017. Esta suba se percibió fuertemente en el último año, en el que las tarifas crecieron entre un dos y un nueve por ciento. Hoy 100 pesos son igual a 5,2 dólares y siete años atrás eran equivalentes a 7,7 dólares.
La segunda tiene que ver con el el contenido. En septiembre Megacable rompió su relación con Televisa y sacó de su señal todos los canales del grupo, recordó el periódico local El Financiero. La otra explicación es más básica y habla de que la relentización es consecuencia de que hay menos mercado por conquistar. Según cifras del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) a septiembre pasado el servicio contaba con 20,5 millones de abonados y alcanzaba a 62 de cada 100 hogares.
Lo cierto es que Sky creció cuatro por ciento frente a alzas de doble dígito en trimestres pasado e incluso algunas de sus asociadas perdió clientes. La base de suscriptores de Megacable cayó dos por ciento y Axtel y otros competidores tuvieron un incremento menor que en períodos anteriores. Habrá que esperar nuevos informes para conocer la decisión de los suscriptores, que tienen una mano en el control remoto y la otra en el bolsillo.