Prueban tecnología para ofrecer conectividad mayorista a través de aviones

Conectar el mundo es el desafío. Las redes tradicionales inalámbricas, móviles, cables submarinos y satélites geoestacionarios no parecen ser suficientes en un escenario en dónde el acceso a la banda ancha se vuelve casi un servicio esencial. Por eso, es que en los últimos años comenzaron a aparecer numerosas pruebas de concepto de tecnologías que pretenden ser disruptivas y buscan llegar con banda ancha a los todavía miles de millones de usuarios desconectados.

Desde globos aerostáticos, satélites de órbita baja, drones y hasta el uso de las redes eléctricas existentes, muchas compañías han intentado encontrar soluciones para conectar el globo. Ahora, una nueva empresa se propone el desafío de conectar el mundo, pero esta vez a través de aviones comerciales.

Su cometido, explican, no es ofrecer servicios de conectividad al usuario final, sino crear una infraestructura capaz de operar como mayorista para operadores de telecomunicaciones, como una alternativa a las actuales redes satelitales y de cables submarinos.

El marcado mayorista, a juzgar por los recientes anuncios, se encuentra en un momento de expansión. En los últimos meses se han multiplicado los anuncios de nuevos cables submarinos que conectarán la región y también de satélites que ser capaces de ofrecer backhaul satelital para redes móviles. El tráfico de banda ancha está creciendo y las redes mayoristas deben hacerlo a la par para no generar cuellos de botella.

Esta es la oportunidad que parece ver Airbone Wireless Network, una compañía que a finales de 2016 adquirió una patente de una tecnología capaz de crear una red de banda ancha en la que cada avión funcione como un repetidor o enrutador aéreo, enviando y recibiendo señales de banda ancha, a través de una red mesh. Ahora, Airebone Wireless Network anunció que ha completado los primeros ensayos de vuelo para pruebas de concepto en Roswell, Nuevo México, en los Estados Unidos.

Los ensayos de vuelo se realizaron utilizando dos aviones Boing 767 y un sistema de mástil móvil temporal con el que emular una estación terrestre. La compañía todavía no ofreció detalles de los resultados de las primeras experiencias.

Estamos en un período de innovación en materia de redes de banda ancha, y posiblemente veamos otros anuncios de este tipo en el futuro. Muchas de estas innovaciones llegarán al mercado —los microsatélites a través de O3b y OneWeb han demostrado ser una buena alternativa de conectividad—, mientras que otros se quedarán en el camino. Algunas de estas tecnologías encontrarán su sitio en nichos específicos, como es el caso de los globos aerostáticos del Project Loon, de X (Alphabet) que han servido para ofrecer conectividad en emergencias.

Airborne Wireless Network promete ser capaz de desarrollar una red de bajo coste y alta velocidad para zonas rurales, países insulares, barcos y alta mar y plataformas petroleras, además de vuelos comerciales y privados. Su ventaja frente a los satélites ya existentes, afirma, es que su tecnología no se convierte en basura espacial una vez finalizada su vida útil. Habrá que ver si esto será suficiente para llamar la atención de la industria y captar una porción del mercado hoy dominado por cables submarinos y satélites.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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