Dicen los rumores que se habría firmado una carta de intención entre Argentina y la estadounidense Hughes para la creación de una sociedad llamada Newco, cuyo objetivo específico será desarrollar y operar el Arsat 3; el 51 por ciento del paquete accionario de la compañía estaría en manos de Hughes. La información surge de un informe del canal de noticias argentino C5N y abrió la polémica en torno al futuro del tercer satélite nacional. Sin embargo, las autoridades negaron la versión y la atribuyeron a cuestiones políticas.
Mauricio Macri asumió como presidente en diciembre de 2015 tras vencer en elecciones generales al oficialismo. De esa forma dejó atrás 12 años de gestión peronista, que estuvo al frente del fallecido Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández. Las fuerzas de unos y otros por quedarse o volver se medirán en octubre próximo, cuando se celebren en el país elecciones legislativas.
El contexto sirve para entender algunas cuestiones y también por esto vale aclarar que habrá sufragios previos para elegir a los candidatos que se medirán como representantes de cada partido el segundo domingo de agosto. Por esta situación y porque algunos de los funcionarios en cargo irán por nuevos puestos es que el ahora oficialismo realizó cambios en algunas carteras. Uno de ellos impactó al sector: Macri disolvió en Ministerio de Comunicaciones y Oscar Aguad, que era el máximo representante de esa cartera, asumió ayer lunes 17 como Ministro de Defensa.
Entre los incontables conflictos entre el macrismo y el kirchnerismo hay algunos que atañen al sector y uno de ellos es la gestión satelital. El Arsat-1 y el Arsat-2 fueron lanzados al espacio bajo la administración de Fernández y, con su salida del poder, se generaron idas y vueltas sobre las decisiones que se tomaron en torno a la construcción de estos artefactos, su lanzamiento y posterior gestión.
Hace algunas semanas, el actual presidente de Arsat, Rodrigo de Loredo, señaló que Argentina había comercializado toda la capacidad del segundo satélite y se ocupó de agregar que esto “permitió concluir con la situación de pérdida generada por la gestión anterior, que puso en órbita un satélite sin haber gestionado su preventa ni iniciar los procesos de comercialización”. Otro dato, menor o no según quien lo presente: De Loredo es el yerno de Aguad.
Antes de volver a las novedades, vale decir que la construcción del Arsat-3 fue suspendida en marzo de 2016 bajo el argumento antes esgrimido: ¿Cómo podría pensarse en otro satélite si ni siquiera se había comercializado parte del Arsat-2? En esto no se tienen en cuenta percepciones propias sino explicaciones dadas por las autoridades locales.
Volviendo al foco inicial, el objetivo de Newco sería ofrecer servicios de Banda Ka desde las posiciones orbitales 81° Oeste o 72° Oeste o en una nueva que el país estaba tramitando, señaló el periódico local La Nación.
Para Guillermo Rus, ex vicepresidente de Arsat, de ser verdad esta versión se estaría violando la Ley 27.208. “Todo cambio en la constitución de Arsat debe ser aprobada por el Congreso. Nosotros no tenemos una industria espacial madura, como China o Estados Unidos, pero ni siquiera las potencias que pueden manejar todos los componentes se asocian con países extranjeros libremente. En virtud de este acuerdo, Arsat quedaría condicionada a los intereses de una empresa privada norteamericana. Es grave”, señaló.
Sólo el tiempo dirá si los rumores son ciertos o falsos. Pero en boca del ahora exministro de Comunicaciones Aguad, la versión no tiene otro sustento que el político. “El Arsat-3 es más público que nunca”, señaló el ejecutivo y adjudicó la denuncia a que “estamos en campaña electoral”, citó Perfil.
