La normativa que simplifica los pasos burocráticos para proveedores de Internet de hasta 5.000 abonados entró en vigencia. La Resolución 680 había sido aprobado por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) en junio y tiene como objetivo central impulsar la creación de nuevos prestadores del servicio.
Desde ahora, ya no será obligatorio para empresas que tengan esta cantidad máxima de clientes contar con la autorización del Servicio de Comunicación Multimedia, siempre que cumplan con una serie de requisitos. Para comenzar a dar Internet, los prestadores deberán comunicarse previamente con el regulador y luego actualizar información sobre su operación cada seis meses. En caso de que sea superado el límite de 5.000 abonados, la compañía tendrá 60 días para pedir una nueva autorización.
Las firmas que ya solicitaron autorización siguiendo los pasos legales hasta la implementación de esta medida podrán elegir entre continuar con el proceso o interrumpirlo. Aunque las pequeñas empresas alcanzadas por la normativa están dispensadas de tener licencias, deberán cumplir con reglas relacionadas con calidad de servicio.
Con esto, el regulador confía en que habrá más prestadores del servicio funcionando de forma legal en el país. El servicio de banda ancha se mantiene en alza en términos de abonados en Brasil. A abril pasado, se registraron 27,2 millones de suscriptores al servicio. América Móvil, Telefónica y Oi concentraban, en conjunto, más de ocho de cada 10 accesos.