¿La tecnología impulsa la vuelta de los planes de datos “all you can eat”?

La industria pide a gritos hoy reinventarse, tirar por la borda viejos modelos y ser innovadores, tanto en tecnología como modelos de negocio y propuestas comerciales. Pero ¿qué sucedería si esa innovación debería ser, más bien, volver al pasado?

Así como cada tantos años la moda de los años 80 regresa a las pasarelas, un modelo de comercialización de datos que creíamos enterrado dos metros bajo tierra vuelve a la superficie. Los operadores están regresando a los planes de datos ilimitados —o como a mí me gusta llamarlos virtualmente ilimitados— como una forma de innovar en el mercado y mejorar la satisfacción del cliente, especialmente en mercados maduros y predominantemente postpagos.

Un informe reciente de la consultora Strategy Analytics señala que lo que nosotros veíamos como propuestas puntuales de operadores que querían ganar mercado —como T-Mobile en Estados Unidos— se están extendiendo a lo largo del globo. Cada vez son más los operadores que han incluido en su oferta propuestas de datos ilimitados, ya sea en modalidad zero rating o en modo all you can eat moderno.

Del zero rating, una modalidad muy extendida en Latinoamérica, hemos hablado numerosas veces en TeleSemana.com. Es una forma muy extendida en mercados prepagos como el nuestro y los modelos hoy tienden a condensarse en dos: aquellos operadores que ofrecen un paquete mensual específico de datos para redes sociales y otros servicios —con un tope lo suficientemente alto como para que el usuario lo sienta ilimitado— y aquellos que ofrecen conexión a ciertos servicios de manera ilimitada pero con tiempo limitado. En ambos casos, los usuarios pagan un precio fijo por el paquete contratado.

En el caso del all you can eat, la propuesta que aún subsiste es el throttling al sobrepasar cierto nivel de descarga de tráfico. Esta oferta comercial tiene la ventaja de poder ofrecer un servicio técnicamente ilimitado, aunque penalizando a los usuarios de gran consumo de tráfico. El problema al que se han enfrentado algunos operadores es que si este tope de consumo de datos es muy bajo, la experiencia del usuario se reduce notablemente con el estrangulamiento de la red. Esta situación, indefectiblemente, se traduce en insatisfacción del cliente, quejas y reclamos.

La experiencia en mercados maduros

La tendencia en los últimos dos o tres años en mercados desarrollados fue volver a los viejos modelos de datos ilimitados. T-Mobile fue pionero en Estados Unidos, un mercado que intentó conquistar tras el despliegue tardío de su red 4G en 2015 con planes disruptivos que contemplan datos ilimitados para servicios de alto consumo de tráfico como video —eso sí, limitado a una visualización en calidad DVD—.

En Lituania, los tres operadores ofrecen un paquete mensual de 25 euros, con datos, voz y texto ilimitado mientras que, en Francia, Free France cobra 15,99 euros por un plan ilimitado de los tres servicios, con un estrangulamiento de red si el consumo supera los 100 GB —un tope lo suficientemente alto para que el servicio pueda ser considerado ilimitado—. Vodafone, en tanto, ofrece una modalidad similar a la latinoamericana, con paquetes mensuales para consumo ilimitado de música —tres euros—, redes sociales y mensajería —cinco euros— y video —10 euros—.

Finlandia y Corea del Sur parecen ser un caso de éxito de este modelo. El país escandinavo ofrece datos ilimitados para clientes postpago, aunque no está disponible para los clientes de menores ingresos. El modelo es similar al de la banda ancha fija: Elisa ofrece planes de 24,9 euros por datos ilimitados a una velocidad de 1 Mbps, 29,9 dólares para descarga a una velocidad de 50 Mbps y 34,9 euros para una descarga a 200 Mbps.

Corea del Sur es el caso que demuestra que todo es cíclico. En ese país los datos ilimitados se ofrecían en redes 3G, lo que complicó la venta de 4G ya que los clientes debían renunciar a sus capacidades ilimitadas. En 2013, con la desaceleración del mercado 4G, los operadores volvieron a implementar servicios ilimitados para clientes de mayor consumo —más de 5 dólares mensuales—. Para junio de 2017, ocho por ciento de los usuarios 3G se mantenían en planes ilimitados y el aprovechamiento de este tipo de propuestas en 4G había subido hasta el 28 por ciento.

El informe de Strategy Analytics señala que Finlandia, con sus opciones similares a la banda ancha fija, tiene el mayor consumo de GB mensuales por tarjeta SIM al alcanzar 12 GB. En Corea del Sur, en tanto, el promedio de consumo de datos era de 5 GB mensuales por tarjeta SIM mientras que los usuarios con planes ilimitados en 4G consumían 19 GB mensuales al cierre del segundo trimestre de 2017.

Esto demuestra que las oficinas comerciales pueden tildar de “ilimitado” casi cualquier paquete con topes de descarga mayores a 20 GB. De hecho, China Mobile, empujado por China Unicom —que, copiando la estrategia de T-Mobile en Estados Unidos, lanzó planes ilimitados para ganar mercado— ofrece un cap de 20 GB mensuales antes de estrangular la red. Su competencia, en tanto, tiene un tope de 40 GB.

Por ahora, los usuarios móviles no han encontrado usos de la red que obliguen a consumir un promedio mayor a 20 GB mensuales. ¿Qué ocurriría en el futuro con la adopción de nuevos servicios y cambio en la conducta de los usuarios? Es una pregunta que Strategy Analytics no responde —la consultora la ubica entre las cuestiones “a preguntarse” por parte de los operadores— pero cuya respuesta parece ser clara: volver hacia nuevos/viejos modelos de comercialización.

Strategy Analytics recomienda a los operadores abrazar las modalidades ilimitadas, ya que las experiencias en Estados Unidos, Finlandia, Corea del Sur y Lituania, entre otras, demuestran que los operadores son capaces de ofrecer servicios ilimitados sin poner en riesgo sus márgenes de Ebitda y sosteniendo un costo de operación e inversión razonable. Aún más, los ARPUs de los países que han implementado servicios ilimitados se han comportado de manera similar a otros mercados desarrollados. Strategy Analytics menciona que, en los últimos dos años, el ARPU móvil cayó un cinco por ciento en Corea del Sur hasta 33 dólares mientras que creció un seis por ciento en Finlandia hasta 18 dólares mensuales. En comparación, El Reino Unido registró una baja del uno por ciento, Italia una suba del cinco por ciento y Francia una caída del cinco por ciento en los últimos dos años. En el mismo período, Alemania y Japón tuvieron un decrecimiento del cuatro por ciento en el ingreso medio por usuario.

El extremo optimismo del informe de Strategy Analytics sobre las ofertas ilimitadas contrasta con las declaraciones del presidente de CIMI Corp, Tom Nolle, a principios de año. El analista alertaba que los ingresos por bit tendían a colapsar bajo el modelo all you can eat, ya que el costo por bit tenía también una tendencia a la baja, aunque mucho menos dramática. En enero de este año, Nolle afirmaba que el punto de quiebre aparecería “en algún momento de 2017”. Frente a esta situación, ¿qué está llevando a Strategy Analytics a recomendar planes ilimitados? Y ¿por qué los operadores eligen mantener este tipo de ofertas?

En primer lugar, el optimismo de Strategy Analytics parece sobredimensionado cuando en realidad las opciones “ilimitadas” que se ven en el mundo comprenden o bien un segmento específico de usuarios —caso Corea del Sur—, servicios —Vodafone y otras opciones zero rating—  y tiempo —opciones por día, semanales o mensuales— o, directamente, tienen topes de descarga de datos que penalizan a usuarios de mayor consumo. Es decir, el modelo de consumo all you can eat quedó en el pasado, y hoy sólo se observan resabios de modelos ilimitados con condiciones específicas.

Por otro lado, hay que evaluar la cuestión financiera. Si nos creemos que el ingreso por bit está acercándose cada vez más a su costo, los operadores que contemplen opciones de datos ilimitados y no sepan como monetizarlos se verán en problemas. Curiosamente, el reporte de Strategy Analytics cierra con esta pregunta: ¿Cómo puedo diferenciarme y monetizar? La respuesta, una incógnita que deberá tratar de resolver el mercado.

El papel de la tecnología

Nolle indicaba en enero de este año que esta situación financiera empujaría la adopción de SDN, NFV, la nube y todas las tecnologías existentes que permitan ser más eficientes en la operación de la red. Strategy Analytics parece coincidir con la importancia de la tecnología y destaca que LTE-A, LTE-A Pro y sus tecnologías de agregación de portadoras (CA), 4×4 MIMO y 256 QAM permiten entregar gran capacidad de red para soportar los cambios en el consumo. Además, podríamos argumentar que estas tecnologías permiten realizar una rápida mejora en la red a un costo relativamente bajo ya que se trata únicamente de algunas actualizaciones a las redes actuales 4G.

Los países que han lanzado datos ilimitados son también los que se muestran con mejor disponibilidad de LTE. Un informe de OpenSignal a junio de 2017 señala que Corea del Sur contaba con una disponibilidad LTE del 98 por ciento del tiempo que un usuario estaba conectado, mientras que en Estados Unidos ascendía al 86 por ciento seguido de Lituania (85 por ciento) y Finlandia (83 por ciento), entre otros. En términos de velocidad, Corea del Sur se ubica en segundo lugar del ranking con un promedio de 43,46 Mbps en redes móviles. El resto de los países con planes de datos limitados se ubican por debajo de los 35 Mbps promedio.

La combinación de 4×4 MIMO, 256 QAM y CA ha demostrado ser capaz de alcanzar velocidades del orden del gigabit, lo que significará redes más eficientes en transmisión de contenidos de gran demanda de tráfico como el video. Además, de acuerdo con pruebas recientes de Nokia y SK Telecom, es posible obtener en una misma red LTE una latencia de 2 milisegundos, acercándose a las cifras teóricas de 5G. Es decir, los operadores son capaces de tener servicios similares a 5G en las actuales redes 4G, sin necesiadad de montar toda una nueva red —cuyo modelo de implementación, además, está en discusión para que sea mucho más eficiente que el de la actual 4G—.

Las mejoras tecnológicas parecen ser el camino para lograr mejor eficiencia y acercar a los clientes propuestas comerciales que ayuden a mejorar los índices de satisfacción de usuarios. Las ofertas virtualmente ilimitadas son una de ellas, aunque la fórmula no parece ser la de un único plan para todo el mundo.

Las propuestas comerciales de los operadores demuestran que para ciertos segmentos del mercado no se podrá ir con un paquete de 20 dólares, ya que por más datos ilimitados que se les ofrezcan, los clientes no estarán dispuestos a pagarlos. Para esos segmentos, propuestas como zero rating parecen ser mucho más interesantes.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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