La Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones (Casetel) puso signos de pregunta a la sostenibilidad del negocio de las telecomunicaciones en Venezuela y alertó sobre un posible colapso del segmento si no se toman medidas inmediatas. La conclusión se basa en información de la organización y del director de la consultora Econométrica, Henkel García.“Hubo una inversión importante en el pasado que permitió la conformación de una robusta plataforma tecnológica. La crisis y su agravamiento no permitió la recuperación de esos gastos y en la actualidad pone en vilo la sostenibilidad del negocio”, indica el informe que agrega que la fuerte regulación y los controles de precios generan que las telecomunicaciones se vean más afectadas que otros sectores.Entre una serie de factores que alentaron la crisis sectorial, se menciona la congelación de precios, el retraso en la liquidación de divisas aprobadas, la migración de personal por la imposibilidad de las empresas de ofrecer sueldos competitivos y un crecimiento exponencial de robos y vandalismo. A esto se suma la “muy baja, casi nula, asignación de divisas que ha tenido el sector”.Luego, apunta que “el usuario desconoce que está pagando el servicio de Internet, telefonía fija y móvil más barato del mundo; los precios son muy bajos. Los servicios de telecomunicaciones se deben ajustar porque podría haber un colapso por la falta de inversión”. Se argumenta esta situación con un gráfico en el que se reporta un crecimiento sostenido del Índice de Precios del Consumidor (INPC) y uno, menos marcado, del salario, al tiempo que las comunicaciones no presentan variantes en los últimos dos años.El reclamo por la suba de precios es parte de una puja entre los operadores y Conatel desde 2016. Luego de acatar la orden de no subir las tarifas, Movistar y Digitel dijeron que seguirían operando en el país aunque hicieron énfasis en que la situación económica es materia de evaluación por parte de sus ejecutivos.“El colapso del sector tendrá un efecto negativo relevante en toda la actividad económica; tendría un impacto en todo el sector productivo del país”, concluye el estudio.