¿5G destronará a 4G como la tecnología de más rápido crecimiento en la región?

¿Cuándo llegará la 5G? La industria de telecomunicaciones suele hacerse esa pregunta, aun cuando todavía en el mundo GSM domina en cantidad de líneas, el pico de 3G no ha llegado —los gráficos que se comparten en las presentaciones de los especialistas hablan de un pico de conexiones en 2020— y LTE podría decirse que recién ha entrado en la adolescencia, por lo que aún le queda mucho camino por recorrer.

Sin embargo, no podemos negar que la 5G ya existe —o mejor dicho, parte de ella— en diferentes prototipos y pruebas de laboratorio y, lo que no es poco, en una primera versión del estándar de la capa de radio (5G NR), que el 3GPP aprobó en los últimos días de 2017.

La próxima generación móvil representa una oportunidad para volver a tomar las riendas de un ecosistema que con LTE parece haberse escapado en manos de los OTTs.

Los operadores están ansiosos por comenzar a probar y entender la nueva tecnología y hasta han presionado a los organismos de estandarización para acelerar los tiempos. El consenso sobre el futuro de la 5G —lejos de las disputas pasadas donde los defensores de WiMax se enfrentaban a los de LTE o los de CDMA a los de GSM— allanan el camino para que la nueva tecnología sea exitosa y llegue más rápido de lo previsto.

En noviembre pasado comentábamos que la industria tenía expectativas muy altas¿quizás demasiadas?— en relación a la 5G. Las primeras redes en su versión no independiente se esperan para 2019, un año antes del congelamiento del estándar completo —aunque algunos ya hablan de lanzamientos comerciales para este 2018— La expectativa es que para 2020 habrá grandes despliegues de 5G, alcanzando una cobertura del 20 por ciento de la población mundial tres años más tarde, de acuerdo con cifras de Ericsson. Para 2023, el fabricante estima 1.000 millones de suscripciones 5G.

La pregunta que nos queda hacernos es cuándo esta tecnología llegará a Latinoamérica. Pero para poder responderla, es preciso repasar —como siempre— nuestra propia historia.

En las numerosas conferencias sobre la industria móvil se repite que LTE es la tecnología con mayor rapidez de adopción en América Latina. Mientras que a 2G y 3G les tomó varios años en alcanzar una masa crítica de usuarios, a 4G le llevó tan solo seis años alcanzar los 13 millones de suscriptores en la región. A finales de 2017, unos ocho años después de su lanzamiento comercial en el mundo, la tecnología alcanzaba el 25 por ciento de los accesos móviles de América Latina, lo que representa cerca de 159 millones de líneas. El siguiente gráfico, de 5G Americas, demuestra cómo evolucionó 4G en relación a 2G y 3G.

¿Cómo se comportará 5G? Todo parece indicar que la adopción tecnológica se acelerará aún más que 4G. El lanzamiento comercial de LTE se produjo en 2009 y un año después los principales fabricantes y operadores de América Latina estaban realizando las primeras pruebas de la tecnología, casi en paralelo a lo que ocurría en España. Entel Chile, junto con Ericsson, fue pionero en demostrar el uso de la tecnología de cuarta generación y Antel en Uruguay uno de los primeros en lanzarla al mercado, en 2011. Su masificación, no obstante, fue con los lanzamientos en Colombia, Dominicana, México, Bolivia y Brasil en 2012 y el resto de los países entre 2013, 2014 y 2015.

Sin embargo, lo que ahora vemos es que los operadores están probando la 5G incluso antes de haberse congelado el estándar y mucho antes de su lanzamiento comercial —sólo tenemos en el mercado ofertas pre5G, “5G Ready”, 4.5G o 4.9 G, como al marketing de los fabricantes les gusta llamar a sus equipamientos más avanzados—.

En 2016 fue América Móvil el que piso el acelerador con la primera prueba 5G en Latinoamérica, de la mano de Ericsson. La compañía realizó pruebas de laboratorio y luego una demostración en el marco de Futurecom 2016 en la que alcanzó velocidades de 4,8 Gbps, utilizando cuatro portadoras de 6 GHz en la banda de 15 GHz.

Un año después, Telefónica y Ericsson alcanzaban en Argentina un récord de velocidad de 22 Gbps en una red de 28 GHz con un ancho de 800 MHz. Ese mismo año, Claro Chile y Nokia comenzaban las primeras pruebas de equipamiento pre5G.

Este año es Colombia el país que da el puntapié inicial, con pruebas de TigoUne y Huawei, que alcanzan una velocidad de 640 Mbps en celdas. En tanto, Claro —que parece haber tomado en serio a la 5G a juzgar por la cantidad de pruebas de la tecnología—, anuncia haber alcanzado velocidades de 10 Gbps en pruebas de laboratorio con Nokia. La alianza entre Claro y Nokia en Colombia irá más allá de las pruebas, ya que la compañía tiene previsto implementar LTE-A (o 4.5G) en el segundo semestre de 2018.

Un tema no menor es que los reguladores de la región ya están evaluando espectro para 5G. La Agencia Nacional de Espectro (ANE) en Colombia fue de las primeras en revisar la limpieza del espectro para 5G y seguramente otros reguladores le seguirán en el camino. Por ahora, vemos ya alguna especie de colaboración: los principales representantes de los reguladores acompañan las pruebas de 5G —es destacable la presencia de ANE en las pruebas en Colombia, Subtel en la experiencia en Chile y el ministro de Modernización en la realizada en Argentina—, con el objetivo de interiorizarse en las ventajas y las necesidades de espectro de los operadores. Al menos en las palabras, los reguladores parecen haber entendido la importancia de acompañar a la industria para el rápido lanzamiento de 5G.

En una charla de café, oído al pasar, un directivo comercial de uno de los principales operadores móviles de Argentina señalaba que 5G podría llegar a la región en 2021 —o al menos en su versión “no independiente”—, justo un año después del estándar.

¿Tendremos disponibilidad de espectro suficiente para que sea 2021 la fecha de inicio de 5G en América Latina?

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.