La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) tomó una serie de decisiones con respecto a los bienes reversibles, aquellos activos que los operadores de telefonía fija deben devolver al momento de finalizar su concesión. Se trata de tres decisiones que intentan poner fin a una disputa de casi seis años.
Por un lado, Anatel volvió a negar una solicitud de Telefónica para vender uno de sus edificios en la ciudad de San Pablo, pero, al mismo tiempo, dio marcha atrás con decisiones de 2012 que ponían trabas a que los operadores vendiesen inmuebles de carácter administrativo. La anterior gestión de Anatel consideraba que los bienes inmuebles administrativos eran necesarios para el funcionamiento de la telefonía fija y, por lo tanto, reversibles al Estado al momento que finaliza la concesión.
En un comunicado, el regulador indicó que ya no tendrá en cuenta las directrices tomadas en 2012, que reconocían automáticamente a los bienes inmuebles como reversibles. A partir de ahora, se utilizará la interpretación de la Ley General de Telecomunicaciones y la Regulación de los Bienes Reversibles, que limitan la devolución de activos a las redes y equipamientos esenciales para la prestación del servicio.
No obstante, mantiene la necesidad de solicitud de una revisión por parte del regulador para la desvinculación de cualquier inmueble que era considerado como bien reversible, al menos hasta que se apruebe una nueva regulación al respecto.
Si bien estas dos decisiones parecen contradictorias, Anatel afirmó que Telefónica puede volver a presentar el pedido inicial, que será analizado de acuerdo con las reglas vigentes actuales. El regulador parece dejar abierta la posibilidad de revisar en el futuro su rechazo a la venta de uno de los edificios que Telefónica utilizaba como sede administrativa en la ciudad de San Pablo.
Por otro lado, el consejo director de Anatel aprobó que la consulta pública para la revalidación de la reglamentación sobre el control de bienes reversibles de telefonía fija ocurra en el primer semestre de este año. El objetivo es tener una nueva regulación aprobada a finales de 2018. Este nuevo reglamento, indicó el presidente de Anatel, Juarez Quadros, permitirá “fortalecer la seguridad jurídica” del sector.
Una regulación mucho más laxa en cuanto a los activos considerados reversibles permitirá mayor libertad a la hora de escindir activos y será beneficioso para concesionarias como Telefónica y Oi (esta última, en proceso de recuperación judicial), que hoy se sienten atadas a la hora de tomar decisiones sobre su infraestructura. Es esperable que los operadores fijos, especialmente Oi, lleven a Anatel sus pedidos para la venta de bienes inmuebles.
