La estatal Hondutel fue una de las seis empresas que entró en proceso de recuperación como parte de los compromisos adquiridos por el gobierno con el Fondo Monetario Internacional, en el marco del acuerdo Stand By, celebrado en diciembre de 2014 y con metas hasta 2017. Desde entonces, el operador logró convertir en positivos sus resultados financieros.
Los números rojos se transformaron sobre la base de una discutida estrategia, que incluyó una fuerte reducción de gastos de la mano de despidos y cambios en la cúpula gerencial. De esa manera, el operador pasó de pérdidas por 750 millones de lempiras (31,5 millones de dólares) en 2013 a utilidades netas cercanas a las 30 millones de lempiras (1,2 millones de dólares) en 2017. También obtuvo beneficios en 2015 y 2016.
“Hondutel se ha convertido en una empresa estable y ha dejado de ser una carga fiscal para el Estado”, destacó su gerente, Melvin Maldonado, en diálogo con el periódico local La Tribuna. Luego, admitió que deberán cumplir con un fallo laboral que ordena la incorporación de, al menos, 22 empleados despedidos en 2014, lo que generará un impacto financiero que aún no fue determinado.
A pesar de las mejoras económicas, la empresa sigue teniendo serios problemas a la hora de hablar de clientes. Hondutel cerró 2017 con 372.655 usuarios, un 1,8 por ciento menos que lo informado en enero de ese año. Su base de telefonía fija cayó más de 50 por ciento en los últimos años hasta 339.303 usuarios. El número de abonados de Internet apenas creció 3,7 por ciento hasta 23.359 mientras que la base móvil se desplomó hasta 9.939 suscriptores frente a los 122.712 registrados hace dos años.
