Las medidas tomadas por Perú para frenar el robo de celulares parecen insuficientes al contemplar las cifras: se roban 6.000 celulares por día, lo equivalente a 250 por hora. La lucha comprende varias etapas y las estrategias delictivas avanzan más rápido que las soluciones.
Primero fue el proceso de apagón telefónico, que consistió en inhabilitar líneas previamente denunciadas por robos o extravíos. Luego, en mayo de 2017, el propio presidente Pedro Pablo Kuczynski lanzó la campaña “Celular robado, celular bloqueado” y anunció que se sacaron de circulación otros 50.000 equipos.
Entre junio y agosto pasado se bloquearon 1,5 millones de celulares y en el último trimestre de 2017 se logró reducir el robo de teléfonos, dijo el director de la Oficina de Planeamiento Estratégico Sectorial del ministerio del Interior, José Villaorduña, quien está a cargo de la campaña. Agregó que entre febrero y marzo habrá una segunda depuración del mercado.
La primera etapa del proyecto presentado por Kuczynski responde al uso de bases de datos para determinar los equipos que fueron robados y siguen funcionando. Pero la situación se vuelve más compleja porque los delincuentes ahora alteran el IMEI en mercados informales y activan así dispositivos bloqueados o llevan los terminales a otros países y del exterior a Perú para vulnerar los controles.
Con el objetivo de solucionar este problema, Perú firmará un convenio con GSMA para acceder a su base de datos y poder detectar IMEI adulterados. Adicionalmente prepara acuerdos de cooperación con otros países de la región, una práctica que ya ejecutó con Bolivia y Ecuador. El ejecutivo también hizo énfasis en que los operadores tuvieron diferentes criterios en esta primera etapa, lo que generó que mucha información se pierda en el camino.
La otra etapa consiste en realizar operativos en los mercados en que se vender celulares robados. “Habrá un nuevo protocolo. Si un local comercializa dispositivos de forma ilegal el municipio le cancelará. Actualmente lo que ocurre es que al día siguiente vuelven a operar y eso ya no pasará”, concluyó Villaorduña en diálogo con La República.
