Ayer se dio a conocer que el Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó el plan por el cual Telmex y Telnor deberán separarse para conformar una compañía separada dedicada a servicios mayoristas. La separación funcional, ordenada en febrero de 2017, determinó la conformación de una compañía separada de Telmex y Telnor “como una medida adicional para asegurar que los operadores tengan acceso efectivo a insumos esenciales en los mismos términos y condiciones”.
Según la propuesta presentada por el agente preponderante —y aprobada por el IFT—, la nueva empresa mayorista deberá proveer servicios de desagregación de red local, así como enlaces dedicados locales y la infraestructura pasiva a operadores que ofrezcan servicios a usuarios finales. Es decir, al interior de Telmex y Telnor se deberá crear una división dedicada a la prestación de ciertos activos mayoristas, incluyendo interconexión, coubicación, enlaces dedicados entre localidades y de larga distancia internacional, reventa de línea telefónica, banda ancha y paquetes, así como servicios de compartición de infraestructura pasiva y torres.
Entre sus obligaciones estará establecer el principio de “no discriminación” como un lineamiento general, contar con un Consejo de Administración diferente e las empresas integrantes del agente preponderante —que, además, deberá estar conformado por un mínimo de siete miembros, de los cuales la mayoría deberá ser independiente—, contar con un Comité de Auditoría y otro de Cumplimiento Regulatorio, contar con domicilios distintos a los de Telmex, Telnor y Telcel, tener marca propia y nombres comerciales diferentes a estas tres compañías, contar con sistemas operativos y de gestión también independientes y contar con personal también diferente al de las tres compañías que controla América Móvil. Además, la nueva empresa deberá presentar trimestralmente ante el instituto reportes de cumplimiento de las medidas de preponderancia.
La separación funcional ordenada por el instituto no supone una separación estructural ni desincorporación de las empresas que componen el agente preponderante.
En este marco, América Móvil indicó que iniciarán el proceso de separación ordenado aunque, paralelamente, impugnará la decisión conforme a las leyes aplicables. “El plan de separación legal y funcional ordenado el día de hoy por el IFT difiere sustancialmente de aquel presentado por Telmex y Telnor en cumplimiento a la orden de separación funcional del IFT”, indicó la compañía en un comunicado.
En concreto, América Móvil se quejó que los precios definidos por el IFT para los servicios mayoristas que prestará la entidad separada “son sustancialmente bajos respecto a las referencias internacionales” y recordó que el regulador tomó la decisión recientemente de “reducir aún más los precios que había definido en 2017 para ciertos de estos servicios”.
La compañía afirmó que IFT no consideró el esquema de precios propuesto por la entidad y afirmó que el consejo de administración de América Móvil “ha tomado la determinación de no subsidiar ni financiar las operaciones de la entidad separada”.
La compañía tendrá un período de dos años para implementar la separación, durante el cual deberá presentar un plan de transferencia de recursos, migración de personal, elementos de red e infraestructura.
