En TeleSemana.com ya habíamos alertado que AT&T estaba trabajando en el uso de white boxes para su infraestructura de telecomunicaciones. Ahora, la compañía anunció el primer paso de esta estrategia: reemplazará los routers tradicionales y propietarios por un nuevo hardware creado sobre estándares abiertos y que pueden ser actualizados rápidamente vía software.
La compañía tiene previsto desplegar un total de 60.000 “cajas blancas” sobre la red de torres y pequeñas celdas alrededor de los Estados Unidos de América. Con la ubicación de este tipo de equipamiento en el borde de la red, asegura AT&T se podrá ofrecer aplicaciones de Edge computing —una de las claves de 5G— de manera mucho más sencilla.
La decisión se produce luego de una serie de pruebas realizados por la compañía en la que se verificaron las ventajas de la implementación de white boxes. La compañía aseguró que, con esta implementación, se evita tener que esperar a los tiempos de los proveedores tradicionales y atarse a las capacidades que éstos desarrollen. “Estamos escribiendo especificaciones abiertas de hardware para estas máquinas y desarrollando software de código abierto para potenciarlas”, explica Andre Fuetsch, CTO y presidente de los laboratorios de AT&T. “Esto significa actualizaciones más rápidas de hardware, siempre que uno pueda construir sobre estas especificaciones”, agrega. La solución, explica, permite mantener bajos los costos, con el objetivo de focalizarse en expandir su red nacional 5G.
Las cajas blancas de AT&T corren sobre lo que ellos llaman un sistema operativo de red desagregada (dNOS), una plataforma construida a partir de la compra de Vyatta, la división de virtualización de Brocade. “Esperamos verlo adoptado como un software de código abierto alrededor de toda la industria”, señala la compañía en un comunicado. La empresa espera liberar dNOS como un software de código abierto bajo la tutela de Linux Foundation. También espera llevar un camino similar con Akraino, un stack de software para mejorar la infraestructura del borde de red en la nube para telecomunicaciones y IoT.
La estrategia es similar a la que ya desarrolló con ONAP, su solución para la capa MANO. ONAP será la capa de orquestación que utilizará AT&T para sus white boxes y que la compañía espera aprovechar también en su red de quinta generación, que comenzará a desplegar en este 2018.
La compañía tiene un compromiso de virtualizar el 75 por ciento de las funciones core de red para 2020. En 2017 ya cumplió el primer objetivo: la virtualización del 55 por ciento de las funciones. Para finales de 2018, AT&T se propone alcanzar el 65 por ciento de su red virtualizada.
Además, AT&T anunció la integración de los trabajos de Open Networking Foundation en Voltha, un software para las próximas redes de banda ancha fija XGS-PON, en ONAP, con el objetivo de expandir las pruebas en nuevas ciudades y ofrecer el servicio a los clientes de manera mucho más rápida.