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La red de telecomunicaciones autónoma
El desarrollo de automóviles sin conductor es uno de los claros ejemplos relacionados con la innovación de la industria de las telecomunicaciones que tiene implicaciones que van mucho más allá del propio automóvil. Para que los automóviles puedan ir sin conductor de forma segura y eficiente se va a requerir tener redes que también se gestionen y manejen de forma autónoma. Sin embargo existen fuertes paralelismos entre la industria del automóvil y los desarrollos actuales que moldearán su futuro. Este paralelismo sirve para poder entender cómo se van a desarrollar las redes de telecomunicaciones para poder ser autónomas.Para desarrollar las redes del futuro, los operadores van a tener que pensar más allá de su hoja de ruta tecnológica para incorporar al análisis consideraciones relacionadas con las fuerzas económicas que presionan a la industria de las telecomunicaciones y las ramificaciones humanas más importantes que las redes autónomas pueden introducir en la sociedad. La disrupción de una tecnología no viene sólo dada por ella misma, sino por la confluencia de los tres factores antes mencionados.La segunda parte de este reporte articula los beneficios de la red autónoma así como la progresión de la tecnología de la automatización a la transformación organizacional y de habilidades requeridas por parte de los operadores para poder desarrollarla. Las redes son cada vez más complejas y los costos operativos siguen en aumento. Los operadores necesitan desarrollar sus redes de futuro pensando en que estas deben ser autónomas para poder realmente crear la disrupción, y los incentivos económicos y sociales que hagan que la tecnología tenga sentido.Y esta red autónoma es bautizada por Juniper Networks como la “Self-Driving Network”.