Aprovechando el potencial submarino con la Banda L

Muy pronto, las redes submarinas comenzarán a utilizar la banda L para duplicar la capacidad de la planta húmeda sumergida, en un ejemplo más de que las tecnologías originalmente concebidas para el ámbito terrestre, encuentran su lugar bajo el mar.

Las redes submarinas han sido desde hace mucho tiempo uno de los puntos de enlace menos conocidos, aunque de enorme relevancia en el ámbito del Internet global. El hecho es que el cableado submarino carga más del 99 por ciento del tráfico global en Internet entre los territorios continentales y las tendencias de crecimiento actuales indican que esto no cambiará. Ahora que se acercan cada vez más los límites de capacidad de los canales, los operadores de cables submarinos están en busca de nuevas maneras de satisfacer la voraz demanda por ancho de banda.

Hace aproximadamente una década, la industria de fibra terrestre le hacía frente a una situación parecida. La tecnología de ese tiempo, que funcionaba a base de On-Off-Keying (OOK) donde se activaba y desactivaba un láser para enviar unos y ceros digitales a través de la fibra óptica, tuvo sus limitaciones, especialmente al compararla con la tecnología actual de transmisión óptica coherente. No obstante, funcionaba bien y lograba mantenerse al paso de una demanda relativamente modesta de crecimiento.

Sin embargo, conforme despegó la banda ancha con los servicios de video, y a medida fueron creciendo en popularidad otras aplicaciones de uso intensivo de ancho de banda, la industria se enfrentó repentinamente ante las inmutables leyes de la física –en un solo par de fibras, solamente se pueden comprimir una cierta cantidad de canales OOK de 10G–.

Tampoco resultaba práctico desplegar más sistemas de líneas ópticas terrestres, ya que las tecnologías como el 40G aún no eran una realidad comercial. La industria debía hacerle frente a una fría realidad: era necesario sacarle mayor provecho a las plantas de fibra ya instaladas.

Las ventajas de la banda L

El enfoque se tornó hacia la utilización más eficaz de las bandas de longitud de onda existentes en la fibra ya desplegada. Tradicionalmente, los proveedores de fibra utilizaban la banda Convencional, es decir la banda C, que va de aproximadamente 1530nm a 1565nm y podría espaciar varios canales 10G de forma muy cercana a través de la fibra. Sin embargo, en rutas de gran capacidad y restringidas, este esquema estaba llegando rápidamente a sus límites, con lo cual la industria comenzó a emplear el espectro óptico adyacente, conocido como la banda Larga, o L, que recorre de aproximadamente 1565nm a 1625nm. Esto exigió la introducción comercial de nuevos módems, amplificadores ópticos y filtros pasivos capaces de operar en la nueva banda L, que fue un avance incremental más allá de la tecnología existente en la banda C.

Ahora, este mismo planteamiento se está aplicando a la industria submarina.

Los proveedores con gran experiencia de redes terrestres en la banda L pueden sacar provecho de su conocimiento actual y de su experiencia real en campo para adaptarse confiablemente e incorporar módems adicionales de banda L a su Equipo de Terminación de Línea Submarina (en inglés SLTE) existente para apoyar ambas bandas C y L, con lo cual prácticamente duplican la capacidad disponible y los ingresos correspondientes a lo largo de las nuevas rutas submarinas. Al mismo tiempo, esta combinación ofrece economías de escala sumamente mejoradas y está impulsando la introducción de nuevos cables submarinos capaces de operar tanto en la banda C, como en la banda L.

La expansión mas allá de la banda C a la L, también permite la introducción de servicios novedosos y diferenciados, basados en el espectro compartido, debido a que ahora se cuenta con el doble de capacidad de división, que utiliza la virtualización para la partición lógica del espectro óptico en un par de fibras ópticas submarinas entre distintos usuarios finales. Por consiguiente, cada usuario final solamente acaba viendo su pareja de fibra virtual dedicada, un subconjunto del espectro total de la misma fibra física compartida.

Aumentando la capacidad submarina para el futuro

A diario, los cables submarinos soportan más de 10 billones de dólares en transacciones –es decir, se vuelven la propia definición de infraestructura crítica–. Además, se estima que el consumo de banda ancha crecerá a una tasa CAGR de más del 40 por ciento en los próximos años en todas las regiones del mundo. La clave para ayudar a los proveedores de cableado submarino será posibilitar el crecimiento del ancho de banda y minimizar el tiempo de inactividad de la red que tanto afecta negativamente a importantes procesos de negocio.

Los problemas de hoy exigen tecnología que proporcione a los operadores de cableado submarino la flexibilidad de combinar bloques para crear soluciones de red específicas con las cuales se puedan aprovechar tanto la banda C, como la banda L. Por años la banda L se utilizó para ampliar la capacidad de las redes terrestres, y ha llegado el momento de que sea adoptada por los proveedores de redes submarinas, quienes para cumplir su cometido, deben ser capaces de seleccionar fácilmente la mejor tecnología de equipos terminales de cualquier proveedor.

Héctor Silva es actualmente CTO, Líder de Ventas Estratégicas para la región del Caribe y Latinoamérica (CALA), con base en la Sede CALA de Ciena en el sur de Florida. Es responsable de dirigir el equipo de arquitectos en toda la región y proporcionar liderazgo y orientación a los arquitectos de ingeniería de sistemas y soluciones. Silva es un profesional de la industria con más de 15 años de experiencia como ingeniero de sistemas en apoyo de ventas y arquitecto de red en áreas tales como la creación de redes de paquetes ópticos, redes ópticas inteligentes, evolución, control de la red en entornos multi-capa y multi-dominio y NFV. Desde 2001, ha ocupado varios puestos de liderazgo dentro de Ciena, incluyendo Director de Ingeniería de Sistemas de Cuentas Globales. En ese tiempo ha jugado un papel clave en la capacidad de la empresa para penetrar en nuevos mercados como Brasil, México, Colombia y Centroamérica, para introducir nuevas tecnologías, y construir relaciones sólidas basadas en los conocimientos técnicos, la confianza y la consultoría. Silva tiene un M.Sc. en Tecnologías de Comunicaciones de Banda Ancha de University College London (UCL) en el Reino Unido, un Máster en Gestión de las Telecomunicaciones y un BS en Comunicaciones e Ingeniería Electrónica del Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), Ciudad de México.

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