Seguridad en 5G: un juego de equilibrio entre seguridad e innovación

Aproximadamente dos años de retraso es lo que le puede costar a Europa la prohibición de utilizar equipamiento de Huawei en las futuras redes 5G. Ese es el cálculo que señala la industria ante la posibilidad de que la Unión Europea decida avanzar hacia la prohibición de equipamiento chino, en línea con la decisión de los Estados Unidos, Australia y Japón.

Aunque una de las opciones que baraja Europa, de acuerdo con Reuters, es la modificar la ley de ciberseguridad de 2016 que establece medidas de seguridad adicionales para las empresas que se dedican a infraestructura de comunicaciones críticas. El plan es incluir a la 5G en esta definición, con el objetivo de prevenir que se utilice infraestructura de compañías o países sospechados de utilizar el equipamiento para espionaje.

La reacción europea hizo que algunas voces calladas de la industria tuvieran que empezar a sentar posición sobre el tema. La palabra “seguridad” aparece cada vez más entre los discursos de los principales referentes de la industria, que, sin nombrar específicamente a las compañías chinas, encuentran una forma de demostrar su posición. Y esta posición parece resumirse en que la salida de Huawei pondría en peligro a la competencia, la cadena de valor y retrasaría las inversiones europeas en 5G.

No es casual que en un reciente post de Börje Ekholm, CEO de Ericsson, sobre la 5G señale que “la competencia es la madre de la innovación” y que la “competencia entre proveedores ha sido positiva para desarrollar las futuras redes de próxima generación” al mismo tiempo que alerta que es importante “que otras industrias, gobiernos y personas confíen en la seguridad e integridad de nuestras redes”. En este sentido, Ekholm señala que la seguridad en 5G es una parte importante del proceso de estandarización y hasta se anima a decir que se trata de “la red más segura hasta el momento”.

La publicación del CEO de Ericsson está en línea con el comunicado que, un día antes, publicaba GSMA. Allí, la principal organización de operadores móviles daba, por primera vez, su posición, aunque sin nombrar a Huawei. “Una competencia robusta entre los proveedores de red es esencial para que los operadores europeos entreguen servicios innovadores a los ciudadanos y que puedan competir a precios razonables”, señalaba la organización en el segundo párrafo.

Sin nombrar al conflicto entorno a Huawei, GSMA también enfoca en el compromiso de los operadores con la integridad de sus redes y la seguridad al mismo tiempo que destaca que cualquier acción que modifique la provisión de equipamiento para varios segmentos de la red (acceso, transporte y core), “incrementará los costos de los proveedores europeos, empresas y ciudadanos, retrasará la inversión en 5G y podría hasta ser contraproducente para las actuales redes 4G, sobre las que se basan las futuras redes 5G” —al menos en su versión non-standalone—.

Todo el comunicado viene a defender todo el trabajo de la industria en términos de protección y seguridad de la infraestructura de telecomunicaciones. Al igual que Ericsson, enfoca en los testeos que la industria ya viene haciendo para monitorear y proteger las redes. “Los operadores móviles, al igual que las agencias de seguridad de los gobiernos, han testeado la infraestructura móvil durante años y no han encontrado evidencia de malfuncionamiento”, aporta.

GSMA reconoce la existencia de una necesidad en Europa de hacer nuevos testeos para garantizar la seguridad. Y, como dice el dicho, “si no es posible vencer al enemigo, únete a él”, la organización “está creando una fuerza de trabajo con operadores europeos para ver los caminos para mejorar y extender los esquemas actuales y trabajar en conjunto con los gobiernos para acordar cómo va a ser el régimen de certificación y testeo europeo”, como un paso más allá del Esquema de Seguridad de Equipamiento de Red (NESAS), creado en asociación con 3GPP.

Este movimiento recuerda a la que presidente interino de Huawei, Eric Xu, señalaba días atrás: “Huawei ha trabajado con diferentes gobiernos y socios de la industria para acordar estándares para que se puedan medir la seguridad de los productos que están ofreciendo los proveedores”. Un ejemplo es que, luego de las sospechas de Reino Unido sobre la posibilidad de usar equipamiento de telecomunicaciones para espionaje, la compañía china colaboró en el armado de un Centro de Evaluación de Ciberseguridad.

Pese a esta solución intermedia, parece haber malestar en la industria. “Los testeos post fase de desarrollo son una herramienta ineficiente ya que las pruebas de laboratorio solo representan una mínima parte de la red, en un punto determinado y bajo una configuración determinada. Además, puede reducir la innovación y retrasar el time to market, además de añadir costos extras por la actualización de seguridad”, apuntaba el CEO de Ericsson. Es que la principal preocupación de la industria son esos dos años de atraso que podría tener Europa si se niega la participación de Huawei en la 5G.

Hace algunas semanas, en TeleSemana.com nos preguntábamos si Nokia y Ericsson serían capaces de aprovechar esta situación para fortalecerse en el mercado y todo parece indicar que no. Primero, porque el propio Ericsson alertó que la incertidumbre nunca es buena para el negocio y, segundo, porque los números afirman que ni la finlandesa ni la sueca estarían en condiciones de acaparar el mercado que dejaría desatendido Huawei, en caso de tener que irse de Occidente. Ningún competidor tiene el stock, la capacidad de fabricación ni la fuerza de trabajo que el mercado demandaría tras una supuesta salida de la compañía china.

Las redes 5G deberán ser seguras, nadie tiene ninguna duda al respecto. Eso sí, habrá que encontrar el equilibrio entre garantizar la seguridad y poder salir rápidamente con productos al mercado porque, sino, las consecuencias no deseadas serían mayores a las esperadas. Todo dependerá de cuál es la tolerancia al riesgo de Europa y cómo balancea su interés en ser pioneros de la 5G con la necesidad de crear nueva regulación y pruebas adicionales para cubrir todas las sospechas relacionadas a la (in)seguridad de las redes.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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