El camino hacia la CMR está lleno de fuerzas contrapuestas que se resuelven en el mercado

La pregunta sobre quién define cuál es el espectro para servicios móviles tiene una respuesta, a simple vista, fácil: la Conferencia Mundial de Radio (CMR) que se celebrará este año. La anterior, de 2015, tuvo un sabor semiamargo. Para ese año se esperaban algunas definiciones sobre el espectro para la 5G pero el resultado se quedó corto y obligó a esperar unos cuatro años más para tener la hoja de ruta por parte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). No obstante, sí se avanzaron en algunas cuestiones que marcaron el camino de estos últimos cuatro años.

Será este año, en 2019 —muy cerca de la fecha de congelamiento del estándar completo de 5G— cuando se conozcan cuáles son las nuevas bandas que la CMR definirá para servicios móviles. La identificación de espectro para 5G (IMT-2020) debe lograr los consensos regionales —una tarea que lleva adelante la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel)— y que 5G Americas considera en su reporte que constituye uno de los pasos “que podrían considerarse más sencillos”.

La próxima reunión del organismo en Ottawa será de gran interés ya que es la última oportunidad que tiene Citel de elevar recomendaciones antes de la próxima Conferencia Mundial de Radio. En el marco del Congreso Latinoamericano de Telecomunicaciones (CLT), dónde se llevó adelante una reunión preparatoria para CRM-19, Oscar León, secretario Ejecutivo de Citel, comentó a TeleSemana.com que la región ha elevado a la UIT ocho propuestas interamericanas mientras que otras 16 están en estado avanzado. Además, se encuentran otras 35 propuestas preliminares que deberán tratarse en la reunión de agosto. Justamente, las propuestas en las que aún falta generar consenso son aquellas que involucran a la telefonía móvil de próxima generación.

Mirando hacia atrás, la última CMR-15 no fue del todo decepcionante. En ese momento se empezaron a tratar las propuestas de espectro para la futura tecnología móvil y delinear el camino que luego los países y reguladores están llevando adelante. Para la Región 2, que involucra las Américas, Citel propuso identificar las bandas de 1.435–1.518 MHz y 3.400–3.600 MHz para IMT. Esta última, la de 3,5 GHz es de especial importancia en América Latina porque se encuentra subutilizada. Eso sí, también es la que presenta mayores desafíos porque ha sido otorgada en el pasado de manera fragmentada, para diferentes servicios y en porciones nacionales y también regionales.

En la hoja de ruta para CMR-15 aparecen frecuencias para IMT-2020, entre las que se destacan las bandas entre 24,25 GHz y 86 GHz. Entre ellas, hay consenso suficiente de que 26 GHz y 40 GHz serán las elegidas en el marco de la próxima conferencia de radio.

Sin embargo, existe un movimiento por fuera de estos espacios internacionales que aboga por el uso de la banda de 28 GHz para 5G, una banda que en algunos países está siendo utilizada para servicios satelitales. La banda no está considerada en los lineamientos de la próxima CMR-19, pero eso no implica que proveedores, operadores y reguladores de todas las regiones elijan esa porción de espectro para desplegar 5G. La banda es apoyada por la GSMA y tiene algunos casos de uso, inclusive en América Latina, como el de Antel en Uruguay, que lanzó 5G aprovechando esa banda. Sin embargo, es resistida por los operadores satelitales que quieren conservarla para sus propósitos de negocio.

“Por un lado tenemos una CMR intentando normalizar el uso de banda para nivel mundial y, por el otro lado, tenemos algunos que han decidido pasar de esta normativa internacional”, indicó a TeleSemana.com Lorenzo Sastre, asesor Técnico de Regulación de Asiet. El caso de la banda de 28 GHz empuja a Sastre a preguntarse sobre la verdadera relevancia de las CMR. Y no es una pregunta menor, ya que en la anterior CMR también se definió que la banda de 600 MHz siga adjudicada a servicios de televisión al menos hasta 2023, aun cuando ya varios reguladores habían avanzado en su limpieza y asignación para IMT.

La realidad es que las decisiones que se toman en el marco de estas organizaciones internacionales funcionan como lineamientos generales, necesarios para lograr la economía de escala que el sector necesita. Pero las definiciones individuales, por ejemplo de países como los Estados Unidos —que entre otras cosas evalúa la banda de 2,5 GHz para 5G—, pueden empujar el mercado hacia una u otra dirección. Y esto es lo que ha ocurrido siempre: la definición de qué espectro se adoptará tiene que ver con el estado de limpieza del recurso pero también de la cantidad de equipos y dispositivos disponibles, más allá de la recomendación que pueda ofrecer la CMR.

Mientras que la banda de 28 GHz es respaldada por un grupo de países que concentra gran parte de la población mundial, otras bandas que sí aparecen dentro de la CMR no tienen el mismo apoyo. Además, en la banda de 28 GHz está hoy el ecosistema más grande de 5G, junto con la de 3,5 GHz, dónde se están haciendo los principales lanzamientos europeos.

5G Américas y TeleGeography indican que ya hay 15 redes 5G comerciales alrededor del mundo y otros 47 lanzamientos previstos para este 2019, lo que demuestra que los tiempos del mercado son distintos a los de la estandarización y armonización de espectro.

En América Latina existen diferentes posiciones. Hay reguladores que ya han comenzado a analizar en sus países las bandas de frecuencias para la próxima generación móvil —incluso quienes tienen pensado licitarlas en los próximos meses— mientras que otros esperan la decisión de CMR para tener los lineamientos más claros. En la región parece haber consenso de que la banda de 28 GHz debe ser una opción, además de las bandas de 26 GHz, 2,3 GHz y 3,5 GHz —esta última, dónde se ven la mayoría de las primeras implementaciones de la tecnología en Europa—.

A la hora de licitar espectro, los países deben pensar en la armonización y, para ello, tienen la CMR como principal faro. Sin embargo, muchas fuerzas se mueven a su alrededor: la creación de ecosistemas es el principal tema a resolver ya que de nada sirve tener espectro en, por ejemplo, en 450 MHz para LTE si no existen en el mercado los equipos y terminales para desplegar las redes. Tampoco sirve tener la banda de 28 GHz inactiva cuando hay allí fuera todo un ecosistema disponible para su aprovechamiento. Actualmente incluso algunos operadores que han lanzado 5G sobre bandas con un ecosistema desarrollado tienen el problema de la falta de terminales, un escollo que suele aparecer siempre al principio de una nueva tecnología móvil.

Las decisiones sobre el espectro se empiezan en órganos regionales como la Citel y se terminan de dar forma en la CMR. Pero, en realidad, es el mercado el que finalmente define hacia dónde se mueve la brújula. Y, por ahora, la brújula parece moverse hacia un listado de bandas que incluyen las que se discutirán en la próxima CMR pero también otras, como la de 28 GHz o la de 600 MHz, que no tienen espacio en el plan de la UIT. La presencia o ausencia de dispositivos es, finalmente, el que determina un camino en el que la meta es poder tener la mayor cantidad de espectro posible para 5G.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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