TIM y Telefónica confirman interés en Oi, ¿ahora sí es momento de la consolidación?

No es la primera vez que se habla de una consolidación en Brasil. Para no irnos tan atrás en el tiempo, recordemos solo que seis años atrás, Telefónica compraba GVT, Oi se asociaba a Portugal Telecom —una decisión que le dio más dolores de cabeza que soluciones— y ya se empezaba a hablar de una posible consolidación en el sector móvil. En estos últimos los rumores estaban al orden del día y todas las miradas iban dirigidas a Oi, que, en su difícil situación financiera, esperaba ser salvada por una adquisición o un proceso de recuperación judicial. La segunda opción fue la elegida (o la obligada) y, en medio del proceso de recuperación judicial —que Oi parece estar transitando sin mayores inconvenientes a pesar de haber solicitado una extensión—, la compañía ya evaluaba vender únicamente su pata móvil, con el objetivo de focalizarse en servicios de fibra óptica —casi la única inversión realizada durante los años que lleva en proceso de bancarrota—.

En los últimos seis años se planteó la posibilidad de que Oi se fusione con TIM (Telecom Italia) o que sea comprado por cualquiera de los otros tres jugadores del mercado móvil. Incluso, se había planteado que América Móvil, junto con Telefónica y TIM, tenían previsto adquirir la compañía, ya sea por partes o creando una especie de joint-venture. Ningunas de estas alternativas pasaron a ser realidad, más allá del revuelo que causaron como notas publicadas por los medios del sector a lo largo de estos años.

El miércoles a última hora se conoció la noticia que la consulta elevada al mercado por parte de Oi para conocer e identificar oportunidades relacionadas a sus activos móviles ha dado sus primeros frutos: tanto TIM como Telefónica confirmaron tener interés en realizar adquisiciones.

En un comunicado enviado a sus accionistas, TIM y Telefónica indicaron que manifestaron a Bank of Amrica Merrill Lynch, asesor financiero del Grupo Oi, su interés en iniciar negociaciones con vistas a una potencial adquisición en conjunto del negocio móvil del grupo, bien en su totalidad o en parte. “En caso de la concreción de la operación, cada una de las interesadas recibirá una parte del negocio”, apuntan.

TIM y Telefónica indican los argumentos habituales para este tipo de transacciones: que la operación generará valor para los accionistas, mejorará la eficiencia operacional, los índices de servicio y, por supuesto, mejorará la competitividad del mercado móvil y capacidad de inversiones —sí, pasar de cuatro operadores a tres podría mejorar la competitividad y aumentar la inversión, el mismo argumento que utilizó Sprint y T-Mobile para concretar su fusión en los Estados Unidos—.

Ahora bien, noticias sobre compañías queriendo comprar Oi no son nuevas y, hace algún tiempo, todo lo referido a este tema en Brasil parece el cuento del lobo. ¿Por qué, en cambio, ahora sí podría suceder la consolidación?

Por empezar, porque esta vez la noticia es algo más “oficial”. Si bien se trata de una decisión no vinculante y que no implica ningún compromiso de concretar la operación —Oi se ocupó de dejar bien claro esta situación—, lo cierto que es la primera vez que una manifestación así tiene la forma de un comunicado da inversionistas, por lo que se puede tomar algo más serio.

Por otro lado, mientras que la consolidación ocurrida hace seis años apuntaba a una integración entre fijo-móvil, en principios de los nuevos 20 la integración pasa a ser horizontal, gracias a la decisión de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de modificar los topes de espectro, como una forma de habilitar la consolidación del sector. De hecho, no pasó mucho tiempo entre esa decisión de Anatel y el anuncio de Claro para adquirir Nextel.

Asimismo, el hecho de que ya hayan pasado cuatro años del proceso de recuperación judicial y Oi comience a mostrar algunas mejoras en su operación —principalmente la reducción de su deuda— pone a la operación en un mejor lugar para ser adquirida, ya que su comprador no tiene que asumir los costos de reducir o renegociar esa deuda. La operación de Oi en 2020, con sus activos en espectro, sitios y torres, además de sus finazas algo más ordenadas, se ve mucho mucho más apetecible que la que la misma compañía podía ofrecer cinco o seis años atrás.

Por último, en un contexto de depreciación del real, para los operadores europeos Oi puede estar “barato”, por lo que es momento de tomar decisiones. Si bien ninguna compañía puso precio a la operación, los medios estiman unos 18.000 millones de reales (3.400 millones de euros) por la pata móvil de Oi. Solo dos meses antes, la misma adquisición le costaría a los operadores unos 3.800 millones de euros.

El cuento del lobo, posiblemente, esta vez sea verdad. Ahora queda en manos de los operadores iniciar las negociaciones y de los reguladores de telecomunicaciones y competencia, evaluar si la consolidación es posible. Mientras tanto, se suma un nuevo capítulo a la telenovela cuyo final es, todavía, abierto.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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