Una nueva investigación de Juniper Research pronostica que habrá 83.000 millones de conexiones IoT para 2024, lo que significa un crecimiento de 130 por ciento en cuatro años. El sector industrial será un impulsor fundamental, pues quedarán responsables de más del 70 por ciento del total, al tiempo que tendrán un rol clave las redes privadas.
El gráfico muestra a Norteamérica como principal responsable de la cifra total, con más de dos tercios de la torta. Le sigue de lejos el oeste de Europa y Lejano Oriente. Latinoamérica participa con una pequeña porción, por debajo de África y Medio Oriente y el resto de Asia Pacífico. Las proporciones se mantendrán prácticamente sin cambios en la proyección a 2024.
Latinoamérica avanza en el mismo sentido que el resto en lo que respecta a verticales IoT. Hay cierto consenso en la región en considerar tres o cuatro segmentos como la clave del éxito: ciudades inteligentes, agronegocio y salud. Sin embargo, del otro lado de la balanza están los desafíos que todavía se mantienen. Destacan en la lista, por ejemplo, la seguridad y regulación para favorecer el desarrollo.
También se mantiene el reto para los operadores de encontrar su lugar en el ecosistema, para que el crecimiento de IoT se convierta en ingresos a sus arcas. Se espera que la conectividad sea igual a apenas el cinco por ciento de la facturación, lo que significa que ser pura tubería no será rentable para las empresas del sector, que además deberán enfrentarse a nuevos competidores.