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La semana pasada las Cámaras de Senadores y de Diputados convocaron a un foro denominado “Una agenda digital para transformar a México”. Los legisladores se reunieron con consultores especializados, académicos, representantes del sector privado y no gubernamental y de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) para discutir aspectos clave para promover el desarrollo digital de México.
En el encuentro se discutieron lineamientos sobre políticas públicas y el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a las telecomunicaciones. Para el ejercicio 2011 este impuesto contempla ingresos por 559 millones de dólares. Se exime de la recaudación los servicios de telefonía rural, telefonía pública, interconexión e Internet, informó el medio El Semanario.
El presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado, Fernando Castro Trenti, criticó el impuesto a las telecomunicaciones. Explicó que “gravar un libro, es gravar la educación, gravar las telecomunicaciones es apostarle a que la gente no progrese en su culturalización”. Señaló que aplicación del IEPS va en un sentido contrario a promover una agenda digital de inclusión y abogó para que ese impuesto no sea incluido en el nuevo paquete fiscal de 2011.
En este sentido Juan Molinar Horcasitas, secretario de Comunicaciones y Transportes, afirmó que la agenda debe incluir la “conectividad, acceso y apropiación”. Dijo que se realizaron trabajos de infraestructura y puso como ejemplo el arrendamiento de 20.000 kilómetros de fibra oscura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para crear una red dorsal nueva.
Al respecto, Alejandro Navarrete, representante de la Cámara Nacional de la Industria de las Telecomunicaciones (CANITEC), entidad que representa a los cable operadores mexicanos, explicó recientemente —en las Jornadas Internacionales de TV por Cable en Argentina— que esta red dorsal nueva está constituida por un par de los 40 hilos que la CFE dispone para arrendar. Y que después de largos años de reclamos al Gobierno sólo se consiguieron dos. Consideró el acuerdo como “un avance” hacia crear una red alternativa a la que maneja el operador incumbente, Telmex, debido a los problemas de interconexión que genera con los demás operadores de telecomunicaciones mexicanos.
