Cuba busca eficiencia en las inversiones en telefonía móvil, bajar los precios y aumentar la cantidad de usuarios

Luego de que revista estadounidense The Atlantic Monthly publicara el mes pasado que Fidel Castro había dicho que “el modelo cubano estaba agotado”, el propio revolucionario salió a aclarar que sus dichos habían sido malinterpretados. Fidel se explayó, fiel a su estilo,  y explicó que fue una respuesta a la pregunta de si todavía valía la pena exportar el modelo socialista implementado en la isla. Analistas interpretaron luego que se estaría admitiendo que el Estado había acabado por tener un papel demasiado grande en la economía de Cuba y que, de alguna manera, los comentarios de Fidel Castro eran un apoyo a las incipientes reformas económicas que su hermano Raúl viene implementando.

Esta semana, el viceministro de Informática y Comunicaciones de del país caribeño, Jorge Luis Perdomo, dijo a la agencia DPA que ya han comenzado a bajar los precios en telefonía móvil y que “sacar una línea de telefonía móvil en Cuba hace dos años costaba cuatro o cinco veces más de lo que cuesta hoy”.

Según cifras oficiales, la cobertura de telefonía móvil alcanza a 20 de los 169 municipios y la meta es llegar a los dos millones de líneas en los próximos años. “A medida que montemos más líneas podremos bajar los precios, que la inversión se pueda recuperar más rápido y bajar entonces el costo de operación”, declaró el funcionario, abriendo un tímida puerta a reconocer el impulso de las telecomunicaciones en el desarrollo social y económico de los países que incrementan los niveles de penetración.

Cuba, el mercado celular más pequeño de Latinoamérica, alcanza apenas 650.000 líneas móviles, lo cual representa una densidad de seis accesos cada 100 habitantes y sólo cinco países en el mundo tienen un mercado menor al de la isla caribeña, según un estudio de Wireless Intelligence. Sin embargo, Perdomo indicó que en el país “hay más de un millón de teléfonos móviles” en continuidad con la cifra que divulgó Máximo Lafuente, vicepresidente de Servicios Móviles de Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) en el mes de julio.

“Los teléfonos celulares rebasan ya la cantidad de teléfonos fijos. Las cifras no son todavía las que necesitamos, ni las que necesita el desarrollo económico y social de nuestro pueblo, pero ha habido un movimiento positivo en los últimos dos años y este movimiento va a continuar”, aseguró el funcionario y reconoció que Cuba aún tiene “precios muy privativos y muy elevados” para el cubano medio.

Explicó que la política se enfoca a continuar con una movilización de las tarifas, sin aplicar subsidios como a la telefonía fija, para extender el servicio a una mayor parte de la población. Recién a partir de 2008, al asumir Raúl Castro, se autorizó a todos los cubanos a contratar líneas celulares, las cuales hasta entonces estaban reservadas a funcionarios, empleados públicos y extranjeros.

Sin embargo, el acceso se ve dificultado por el alto costo de la activación y precios, ya que la telefonía móvil se paga en pesos convertibles con una cotización 24 veces mayor al peso cubano, la otra moneda que circula en la isla.

Mientras que el abono mensual de un teléfono fijo es de 30 pesos cubanos (1,13 dólares) en promedio por mes —debido a las altas subvenciones estatales—, el alta de una línea celular prepaga tiene un costo de 40 pesos convertibles (43,20 dólares) y el precio del minuto para recibir o emitir llamadas en horario pico es de 0,45 pesos convertibles (48 centavos de dólar). El salario medio es de 427 pesos cubanos (16 dólares) aunque las condiciones de vida en la isla ubican a Cuba en el puesto 51 del Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con un valor alto de 0,863 por encima de Uruguay (IDC 0,859) y Argentina (IDC 0,860) por ejemplo, aunque eso no implique posibilidades de emprendimientos profesionales o de negocio como en otros países de la región.

El viceministro explicó que se busca implementar nuevas tecnologías de una manera económicamente rentable y factible como parte del proceso de “actualización del modelo económico socialista” en el país. Y afirmó que en la telefonía eso pasa por “hacer mucho más eficientes las inversiones” y “bajar el costo por línea” aumentando la cantidad de usuarios. “No se puede montar una cosa a un precio y subsidiarla, porque ya de eso tenemos muchos ejemplos en el país. Tenemos que lograr que las cosas empiecen a ser rentables para que la economía empiece a caminar en un sentido correcto”, dijo Perdomo.

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