Distintas noticias están sacudiendo esta semana el mercado de banda ancha argentino, novedades que cambiarán sin dudas el panorama de este servicio en el país. Hay novedades de todo tipo por parte del sector privado y del estatal, pero sin duda toda la atención se la lleva el anuncio del Gobierno nacional del plan Argentina Conectada, que tendrá una inyección de 8.000 millones de pesos argentinos (unos 2.020 millones de dólares).
El pasado martes 19 de octubre, Cablevisión (Grupo Clarín) anunció su nuevo servicio de 6 Mbps, duplicando su mayor oferta de velocidad en el segmento hogares. Este servicio contará con 768 Kbps de subida, y tendrá un precio promocional de 99 pesos argentinos (25 dólares) durante los primeros seis meses de contratación. Este anuncio puede desatar una nueva guerra de velocidades en el mercado, que recientemente había reducido sus precios hasta establecerse en alrededor de 22 dólares por un acceso de 3 Mbps con módem Wi-Fi en comodato.
También se espera una fuerte irrupción en el mercado de banda ancha residencial por parte de Claro (América Móvil), ahora que esta empresa se integró con la filial argentina de Telmex. De acuerdo con el diario argentino La Nación, la compañía invertirá 1.365 millones de pesos (unos 345 millones de dólares) durante 2011 para extender sus redes y apalancar su servicio de banda ancha.
Por su parte, a mediados de octubre el Gobierno de la provincia de San Luis duplicó el enlace de la Autopista de la Información (AUI), alcanzando 1,2 Gbps de transmisión con Gobal Crossing como proveedor de Internet, según informó la Universidad de La Punta.
Pero el plato fuerte de los anuncios fue Argentina Conectada. Durante el anuncio presidencial se inauguraron, también, cinco antenas de TV digital, ya que este servicio también está contemplado en el plan de conectividad. En lo que respecta a la TV digital, se espera para junio 2011 contar con 42 antenas que cubran al 75 por ciento de la población del país; el 25 por ciento restante recibirá el servicio vía satélite.
El componente más importante de Argentina Conectada será la constitución de una red backbone alternativa de fibra óptica, cuyo despliegue estará a cargo de la empresa estatal de satélites Ar-Sat. Según un comunicado del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios (Minplan), la red de fibra tendrá una extensión de 26.000 kilómetros cuando culmine su despliegue, en 2015. El objetivo para ese año es contar con más de 10 millones de hogares conectados al servicio.
El plan de conectividad argentino guarda algunas similitudes con su par brasileño, en PNBL (Plano Nacional de Banda Larga, Plan Nacional de Banda Ancha). En ambos, una empresa estatal desarrollará un papel central como proveedor del transporte de datos, y se apunta a desarrollar ecosistemas de cooperativas y Pymes que lleven el servicio al usuario final.
De acuerdo con el diario argentino El Cronista, el Gobierno planea ejecutar cerca del 40 por ciento del presupuesto, es decir, 3.500 millones de pesos (885 millones de dólares) del proyecto durante 2011. El periódico sostiene que el Poder Ejecutivo busca contar con un 80 por ciento del plan desarrollado antes de las elecciones presidenciales de octubre del año próximo.
Así, se reservará en el Presupuesto 2011 una partida de 2.000 millones de pesos (500 millones de dólares) para inyectar en Ar-Sat, y otros 1.000 millones de pesos (250 millones de dólares) destinados a créditos para la compra de equipamiento que se ofrecerán a los proveedores que revenderán el servicio que transportará la compañía estatal. Finalmente, otros 1.500 millones de pesos (375 millones de dólares) se destinarían también al Plan Argentina Conectada, aunque el artículo no ofrece más especificaciones. Señala que el objetivo es lograr, para 2011, una extensión de 10.000 kilómetros para la red de fibra.
Argentina Conectada se complementa con la construcción de centros públicos para el acceso a Internet equipados con computadoras, y zonas con acceso inalámbrico WiFi.
Un artículo del periódico argentino Página12 estima que el plan de conectividad podría costearse con fondos aportados por las incumbentes de telefonía fija, Telefónica y Telecom, al Fondo del Servicio Universal (FSU), y con los recursos obtenidos por la licitación de espectro anunciada recientemente por el Gobierno. Este concurso se espera para antes de fin de año, pero por el momento no tiene fecha específica.
