A pesar de que el operador español enfrenta problemas en su mercado principal, España, sus operaciones en Europa y Latinoamérica le muestran que su diversificación y expansión fue un acierto, especialmente su tozudez a la hora de perseguir el control de Vivo en Brasil. Precisamente ha sido el desempeño de su filial en Brasil la que le ha catapultado a superar su récord de beneficios netos cifrados en euros y que se situaron en 2010 en los 10.167 millones, lo que supone un incremento del 30,8 por ciento.