¿Vender o no vender?, esa es una de las cuestiones

La Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB) es un mar de dudas, en el que todos surfean en direcciones contrarias, en medio del convulsionado oleaje que genera la crisis política que se vive por estos días en la capital colombiana. Cada día aparece una nueva opinión, sugerencia o rumor que desmiente la información que la compañía deja trascender el día anterior. Una secuencia que se viene repitiendo sistemáticamente durante los últimos meses y que genera gran incertidumbre sobre el futuro del operador estatal.

Esta semana, el concejal Jaime Caicedo propuso un plan de salvamento para que ETB logre competir en el sector de las telecomunicaciones. Sugirió fortalecer financieramente a la empresa con 840.000 dólares durante los próximos cinco años. “La propuesta es que las utilidades de ambas empresas (ETB y la Empresa de Energía de Bogotá), que son entregadas a la ciudad anualmente como dividendos, se reinviertan directamente en el financiamiento de los proyectos de fortalecimiento y expansión de negocios de la ETB”, explicó Caicedo.

Sin embargo, la propuesta no parece haber tenido mucho eco en las altas esferas del Gobierno, en donde todos barajan como un secreto a voces que la venta de ETB es la única alternativa posible. Clara López Obregón es la nueva alcaldesa de Bogotá, luego de que el presidente Juan Manuel Santos la nombrara como reemplazante de Samuel Moreno Rojas, quien fue suspendido por la Procuraduría y está siendo investigado por irregularidades durante su gestión. Precisamente, uno de los pilares del acto de asunción de este miércoles fue priorizar la discusión sobre la privatización de la empresa.

“Es un tema muy delicado y que se tiene que evaluar detenidamente. La doctora Cristina Plazas presentará el proyecto el viernes en la mañana, yo convocaré a extraordinarias en el concejo para hacer la discusión”, indicó la flamante alcaldesa ante los medios locales. Plazas es la alcaldesa ad hoc de Bogotá para trabajar exclusivamente en la venta de la ETB, según decretó el Ministro del Interior Germán Vargas Lleras.

Mientras que el partido que gobierna actualmente en Bogotá (el Polo Democrático Alternativo) se opone a la privatización de entidades públicas, la alcaldesa prometió “una discusión amplía” y el presidente colombiano remarcó la importancia del proyecto y llamó a que “se discuta, que la ciudad lo conozca y que la ciudad tome la decisión”.

Antes de ser suspendido, Samuel Moreno había manifestado que el operador estaba en crisis financiera y sugirió que los nuevos miembros de la junta directiva evaluaran si era más conveniente la venta total, parcial, o evaluar nuevamente la posibilidad de un socio estratégico. Aunque, claro, por estos días la opinión de Moreno está algo devaluada.

En su momento, ETB había iniciado una licitación para lograr una vinculación de un inversionista, pero la finalizó sin éxito declarándola desierta. Telefónica de España, Telmex de México y Oi de Brasil habían manifestado interés en participar de la subasta, pero la colombiana indicó que ninguna aportó la garantía prevista para licitar. Como consecuencia, esa misma semana -en septiembre de 2010-, las acciones de la empresa cayeron un 27,34 por ciento.

A principio de este año, la Procuradora Delegada para la Vigilancia Administrativa, María Eugenia Carreño, recomendó con énfasis la venta del 88 por ciento de las acciones que tiene el municipio en la empresa para evitar que el operador pierda aún más valor. El otro 14 por ciento está en manos de la Universidad Distrital, el Instituto de Desarrollo Urbano y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá. Según el presidente de la ETB, Fernando Carrizosa, el valor de la empresa es de entre 1.052 y 1.263 millones de dólares, aunque las dilataciones en la toma de decisiones, las antagónicas posiciones y la competencia en el mercado son como una cadena de yunques que pueden tirar para abajo la cifra.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

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