Telefónica se reorganiza para tomarse en serio la era digital

Pensar que los operadores pueden vivir en el medio y largo plazo de los minutos de voz y los SMS, es como pensar que el descubrimiento de agua en Marte nos permitirá pasar en ese planeta las vacaciones de verano del año que viene. La resistencia a pensar que este modelo estaba caduco ha sido, y sigue siendo férreo, no porque individualmente los ejecutivos de los operadores sigan creyendo en él, sino porque unidos crean una masa sicológica con conciencia propia que se resiste a desviarse de su plan original. Si mañana nos salieran aletas en las piernas ¿nuestras aletas querrían ir al agua, pero cuánto tardaríamos como grupo de miembros en querer dejar de andar para empezar a nadar?

Telefónica, como muchos otros operadores, no se ha lanzado a la piscina, sino que ha ido metiendo miembros en las frías aguas de la banda ancha para ver como reaccionaba el cuerpo: red social Tuenti, proveedor de VoIP/ToIP Jajah o Terra. Y el cuerpo siempre le ha dicho que el agua estaba fría y que mejor esperar y demandar a Google un canon por utilizar sus tuberías. Hasta este lunes.

Telefónica, uno de los principales operadores en 25 países alrededor del mundo, con especial peso en Latinoamérica y Europa (en este mercado es el segundo operador con mayor valoración bursátil por detrás de Vodafone), anuncia de boca de su presidente, César Alierta, una reestructuración —otra—que tiene más en cuenta el mundo digital, ese que diferencia a las “tuberías tontas” de las “inteligentes”. Porque Alierta se puede aferrar a la necesidad de cobrar un alquiler a los que viven del mundo digital, pero sin la certeza de que esto se vaya a producir, Telefónica debe entrar en ese territorio por sí misma.

Telefónica se reorganiza añadiendo una nueva división, Telefónica Digital, que tendrá su sede con sede central en Londres (cerca de inversores para sus nuevas aventuras digitales) más una serie de sedes regionales en Madrid, Sao Paulo, Silicon Valley y lugares estratégicos del continente asiático. Esta unidad nace con una dotación de 2.500 profesionales, provenientes del área de nuevos servicios globales de Telefónica (verticales), Terra, Tuenti, Jajah, Telefónica I+D y Media Networks, entre otras. Al frente de la misma se sitúa el hasta ahora responsable de los negocios en Europa, Mathew Key. Su misión, crear una infraestructura física y de servicios con cierta consistencia, en lugar de ir disparando en todas direcciones sin un criterio definido.

Además, cambia su estructura geográfica creando dos bloques: Europa y Latinoamérica. Las operaciones en España se integran en Europa. José María Álvarez-Pallete, responsable hasta ahora de Latinoamérica, dirigirá la región Europa y Santiago Fernández Valbuena, (anterior director general de Estrategia, Finanzas y Desarrollo Corporativo) se responsabiliza de Latinoamérica. Este cambio supone la incorporación de Ángel Vilá al Comité Ejecutivo como máximo responsable de Finanzas y Desarrollo Corporativo.

Por último se crea una unidad operativa de Recursos Globales, para garantizar, dice el operador en su comunicado, “la rentabilidad y sostenibilidad de los negocios, aprovechando y extrayendo los beneficios de la escala, además de acelerar la transformación hacia una Compañía íntegramente global. La unidad será dirigida por Guillermo Ansaldo, quien se responsabilizaba hasta el momento de las operaciones en España”.

Los frutos de esta nueva reorganización se podrán ver dentro de 12 a 18 meses, si es que la maniobra surte el efecto esperado, porque las aletas de Telefónica son enormes.

Cuenta con más de 22 años de experiencia cubriendo el sector de las telecomunicaciones para América Latina. El Sr. Junquera ha viajado constantemente alrededor del mundo cubriendo los eventos de mayor relevancia para la industria en América, Europa y Asia. Su experiencia académica incluye un BA en periodismo escrito por la Universidad de Suffolk en Boston, MA, y un Master en Economía Internacional en la misma institución.

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