Perú negocia mediáticamente con Telefónica cómo llegar a la renovación, el único acuerdo posible

Aunque desde el gobierno peruano se cuiden de no decirlo, la renovación de las concesiones vencidas a Telefónica es la única alternativa posible. Telefónica quiere quedarse en el país y al Estado le costó un Perú conseguir el tan ansiado cuarto operador para su mercado, por lo que excluir a una compañía tan poderosa con una sólida estructura, cartera de clientes e importantes compromisos de inversión resulta más que descabellado, imposible.

Las negociaciones por las bandas de servicio móvil A y B -caducaron en mayo y en julio de este año- empezaron con el ex ministro Enrique Cornejo, pero fueron paralizadas a pedido de la comisión de transferencia del nuevo gobierno que asumió recientemente. Se trata específicamente de las bandas de 800 y 1.900 Mhz que Movistar adquirió en el 2005 al comprar los activos de Bellsouth.

La encargada de freezar las encaminadas negociaciones fue la propia vicepresidenta del país, luego de que la fórmula que comparte con Ollanta Humala consiguiera el triunfo en las urnas. Marisol Espinoza estremeció las relaciones entre el arco político y empresarial al asegurar que el Estado peruano no estaba obligado a renovar la concesión con la empresa en Lima y Callao.

Pese a este condicionamiento público, la compañía salió inmediatamente a poner paños fríos al asunto al ratificar las inversiones previstas. “Hemos reafirmado nuestro compromiso con el desarrollo del país, confiamos en el nuevo gobierno y apoyaremos los esfuerzos por lograr un crecimiento con inclusión”, aseguró el presidente de Telefónica del Perú, Javier Manzanares, con tono conciliador.

Para que no queden dudas sobre el interés que la compañía tiene en quedarse en el país, Manzares fue muy claro a través de un comunicado que se difundió durante la trancisión del nuevo gobierno. “No solo vamos a mantener nuestro agresivo plan de inversiones, sino que vamos a acelerar”, agregó el ejecutivo. La empresa estima invertir 1.500 millones de dólares hasta 2013 y concretar una red de fibra óptica de 1.800 kilómetros.

El plan de inversión de la filial española es un fuerte condicionamiento para el resto de los operadores que no querrán quedarse atrás. El presidente del Grupo América Móvil, Daniel Hajj, ratificó los planes de inversión por 1.000 millones de dólares durante los próximos tres años, mientras que el cuarto operador, Viettel, invertirá millones de dólares durante la etapa inicial.

Si bien, el viceministro de Comunicaciones, Raúl Pérez-Reyes, en su presentación en el Congreso aseguró que “esta administración considera que esos acuerdos no son suficientes si es que procediese la renovación”, todo indica que el Gobierno de Humala está dispuesto a renovar y si se pueden mejorar las condiciones, mucho mejor. Para lograrlo, ha iniciado esta discusión mediática, aunque poco creíble.

El propio Gobierno admite que sería muy difícil licitar el espectro que actualmente utiliza Telefónica ya que “no habría postores interesados”, según indicaron fuentes del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) a medios locales.

Carlos Paredes, titular del MTC no descartó la posibilidad de que se pueda renovar el contrato a la empresa de telecomunicaciones, pero “con nuevas condiciones”. Según publica Perú 21, el funcionario aseguró que “el proceso no puede seguir dilatándose”.

Humala, durante sus primeros discursos como presidente electo fue astuto en garantizar rápidamente que el cambio político no afectaría los intereses de las empresas que estén dispuestas a invertir en su nación.

Es que Perú sufrió en carne propia la odisea de conseguir el cuarto operador, que finalmente llegó de la mano de Viettel, tras licitaciones que se hicieron humo como en el 2009. En aquella oportunidad, Hits Telecom y Americatel estaban interesadas en concursar por la banda C, proceso pero con la explosión de la crisis económica global, las empresas argumentaron no conseguir financiación para seguir con el proceso y la licitación debió suspenderse.

Tras los años de espera por conseguir el cuarto operador, nada hace preveer que Perú esté dispuesto a volver a tener tres operadores y trocar al gigante de Telefónica por un principiante en América Latina, Viettel, que llega con un músculo mucho menos desarrollado.

Ambas partes saben que el final de esta discusión será el acuerdo y la renovación. Mientras tanto, en el camino, seguirán las idas y vueltas mediáticas para ver quién consigue una mejor posición. La renovación está pactada, lo que negocian son las condiciones.

César Salvucci es un periodista argentino egresado del instituto Taller Escuela Agencia (TEA) y actualmente cursa la carrera de Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires. Sus primeros pasos en el periodismo fueron en el área cultural, dentro de la Fundación Proa. Más tarde trabajó en la redacción del diario Clarín y luego se destacó como cronista televisivo para el portal Prensa Política, donde siguió de cerca la agenda nacional e internacional entrevistando a las figuras más relevantes de la esfera política. Ahora forma parte del canal de noticias CN23 y desde mayo de 2011 escribe para TeleSemana.com haciendo foco en los sucesos más importantes del sector de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe.

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