Las nuevas exigencias establecidas por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) entrarán en vigencia a partir de noviembre de 2012, según informó Telesintese. De esta manera, los operadores de banda ancha deberán garantizar una velocidad mínima que no sea inferior al 20 por ciento de la velocidad establecida en el contrato, con una media que se ubique en el 60 por ciento -tanto para de descarga como de subida-, mientras que en horarios diurnos la exigencia trepa hasta el 95 por ciento.
La nueva regulación obliga a los operadores a confeccionar un informe que esté disponible para los usuarios donde se publiquen los objetivos de velocidad establecidos y una guía donde se explique cómo instalar un software para la medición del servicio contratado.
Las compañías también deberán informar a través de su sitio web un detallado mapa con el área de cobertura y el desempeño que ha tenido el servicio contratado a partir de los logros que haya conseguido según los objetivos vigentes.
