Imagen: Hondutel
La Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) ha decidido crear una subsidiaria que actuará en el segmento de datos móviles, en la cual podrán participar nuevos accionistas tanto nacionales como extranjeros, aunque la estatal mantendrá el control a través de una participación mayoritaria. La decisión obedece, de acuerdo con el gerente general de la compañía, Romeo Vásquez Velásquez, a que “el Estado no tiene capacidad de invertir en telecomunicaciones” y la jugada parece el mejor camino para atraer a posibles socios inversionistas.
Finalmente, Hondutel empieza a mostrar las cartas. Desde hace años, la empresa estatal se encuentra a la deriva en la búsqueda de socios inversionistas para desarrollar sus negocios. En enero de 2011, el operador suscribió un acuerdo con la estadounidense Laticom, que invertiría un total de 50,5 millones de dólares en un lapso de 10 años, según lo acordado. En marzo de este año, Laticom constituyó el fideicomiso por 10 millones de dólares necesario para la primera etapa de la alianza. Sin embargo, el acuerdo con la firma norteamericana es válido únicamente para la red de transporte de Hondutel.
Además, recientemente surgieron versiones de que capitales provenientes de Israel podrían estar interesados en la firma. De momento, se desconoce el estado del acercamiento entre estas empresas y la compañía estatal hondureña. Aunque el anuncio de la creación de una subsidiaria móvil podría ser un paso de Hondutel en este sentido.
“La única alternativa que tenemos es abrir las puertas de Hondutel a cualquier persona natural y jurídica del país y del extranjero que quiera invertir en la telefonía móvil de banda ancha para poder desarrollar ese servicio y mejorar los ingresos de la empresa, y en eso estamos trabajando”, explicó Vásquez Velásquez.
Crear un operador de banda ancha móvil es como extraer el jugo a Hondutel. El tiempo ha demostrado que los posibles inversionistas no están dispuestos a apostar por una empresa estatal que en el presente tiene su núcleo de negocios en el sector fijo. Más, aún, con los problemas que enfrentan, entre ellos, el de robo de cables de cobre.
Dicho de otro modo: tal cual se encuentra, Hondutel no es rentable. Desde la misma empresa lo reconocen. Y está atada al negocio fijo. De esta forma, entonces, no es atractiva para posibles inversionistas.
Pero al crear una subsidiaria para actuar en banda ancha móvil está poniendo la piedra fundamental del negocio tal vez hoy más atractivo del sector de telecomunicaciones. Y aún más en Honduras, teniendo en cuenta el grado de desarrollo del acceso a Internet en el país.
De esta manera, la empresa pone un pie en el mundo móvil para intentar descontar algo de distancia con los operadores privados y montar un negocio atrayente para potenciales inversionistas.
Claro que la nueva empresa no tendrá todo servido. Deberá competir con los operadores existentes, como Tigo (Millicom) y Claro (América Móvil), que ya ofrecen el servicio. Por caso, Tigo ya brinda acceso mediante HSPA+ en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba.
El desafío que se le presentará a Hondutel ahora será demostrar que esta nueva operación móvil podrá competir de igual a igual con los operadores privados, y que no se verá atada al desempeño del negocio fijo y a los vaivenes de la empresa estatal.
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