Ericsson anunció el inicio de las negociaciones sindicales para cerrar sus operaciones en cableado de telecomunicaciones, dentro de su unidad de negocio de redes. La empresa señaló que la decisión se debe a una reducción del mercado de cable de cobre a partir del desarrollo de la fibra óptica.
El fabricante sueco señaló que la producción se desplazó hacia Asia, región en la que existe la mayor demanda de cables de fibra. En Europa, en cambio, destacó que existe mayor producción que demanda, tanto de cables de cobre como de fibra óptica.
El cierre de la operación de cableado para telecomunicaciones generará una reducción de 318 puestos de trabajo en Hudiksvall y 36 en Estocolmo (ambas en Suecia). El año pasado, el negocio de cables facturó 1.000 millones de coronas suecas (151 millones de dólares).