“Los Gobiernos deben considerar la banda ancha móvil como alternativa para democratizar el acceso”

Sebastián Cabello, Director de GSM Association para América Latina

Sebastián Cabello, Director de la Asociación GSM para América Latina

La Asociación GSM (GSMA) Latinoamérica ha dado a conocer recientemente dos reportes acerca de la evolución del roaming y del potencial de la banda ancha móvil para conectar a la población que se encuentra en la base de la pirámide de ingresos.

Sebastián Cabello, director de GSMA Latinoamérica, dialogó con TeleSemana.com y explicó el origen de estos reportes y su implicancia para el sector.

“En julio presentamos un estudio de roaming. La Unión Europea ha bajado los precios de roaming en toda Europa, lo que obedece a una cuestión de mercado común y a la cercanía de los países entre ellos. En América Latina estamos trabajando con los operadores en distintas medidas para mejorar los servicios de roaming, para hacerlos más novedosos y promover soluciones que se ajusten a lo que demanda el usuario, y que tengan algún tipo de baja de precio.

Por un lado, tomamos un compromiso de transparencia en el móvil. Todos los operadores que adhirieron el compromiso implementaban un vuelco en el semestre, que haya un límite temporario para corte de servicio, con notificación al usuario y si no, que el servicio se corte. Esto sirve para evitar el bill shock, que es un elemento que hoy preocupa mucho.

Lo que hicimos con este estudio hace poco es ver qué estaba pasando en el mercado, ver qué nuevos planes, paquetes y precios se estaban ofreciendo y también qué soluciones de frontera había. Otra de las preocupaciones de los Gobiernos es la gente que vive en zonas fronterizas.

Las preocupaciones son el roaming inadvertido, que es cuando uno hace roaming sin quererlo, porque está en una zona de frontera. En este estudio vimos que es muy poco, los reclamos que los operadores tienen no es mucho. Sí es importante tener soluciones de frontera, y en el estudio hay algunas alternativas.

De momento se está resolviendo, más que nada, de una manera comercial, porque de una manera regulatoria es muy complicado hacerlo, porque interviene la regulación de un país y del otro, y las dificultades o no de regular precios.

Por otro lado, lo más interesante es ver lo que está ocurriendo con los precios. Se está viendo que los operadores están ofreciendo cada vez más paquetes, paquetes multiservicios o bolsas con voz, SMS y MB de descarga. Y en promedio esto está llevando a la baja de los servicios. Por ejemplo, se han reducido hasta un 60 por ciento los precios de datos en promedio, y un 40 por ciento en voz, en los últimos tres años. Muchos de estos paquetes están permitiendo que la gente tenga un consumo más controlado y más transparente también del roaming, que es lo que hoy más preocupa.

En resumen, son tres cosas: medidas para el roaming inadvertido, medidas para el roaming de frontera, y medidas para los viajeros. Telefónica, por ejemplo, tiene un plan comercial especial para la gente que vive en la frontera entre Chile y Perú”.

¿Hay cifras que den cuenta de la importancia del roaming?

Tiene cifras, pero no desagregadas. Se ha tomado un relevamiento de más de 40 operadores de 14 países. El bill shock se mide más que nada en cantidad de reclamos. Generalmente tiene que ver con desconocimiento o descuido, personas que quizá no saben que el teléfono sigue utilizando datos, o porque no sabe cómo deshabilitar esas funciones. De hecho, cuando uno visita otro país, hay alertas de SMS para advertir que puede haber aplicaciones usando el servicio de datos.

Obviamente esto no es la panacea, hay todavía precios considerables. Hay que tener en cuenta que es también un servicio complejo. Se está usando la red de otro operador, que factura por cuenta de ellos; de los costos de este operador, del chequeo de si la persona tiene crédito o no, o si puede pagar, porque hay mucho fraude alrededor de esto. Y está también el problema de la doble imposición de tasas, que es un elemento importante en el precio.

Hay algunas acciones bilaterales, por ejemplo Argentina y Chile, o entre varios países…

Sí, nosotros estamos participando en todos los diálogos donde nos invitan, como parte de la industria. También mostrando los avances: recientemente Digicel eliminó todos los precios de roaming en el Caribe. Hubo también acuerdos bilaterales, Perú con Ecuador, Ecuador con Colombia… Nosotros seguimos los procesos, tratando también de mediar entre los operadores y los Gobiernos. Lo mismo con la Comisión Técnica Regional de Telecomunicaciones (Comtelca).

¿Y el segundo estudio?

El de banda ancha móvil, sí. Es interesante, porque la banda ancha móvil se lanzó a fines de 2006 en América Latina. Ya empezamos a tener datos de cómo está creciendo esto, y si realmente es una alternativa a la banda ancha fija o no. Sabemos que la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) dice que el futuro de la conexión de banda ancha es inalámbrico, que no se puede llegar a todos lados con banda ancha fija. La idea de este reporte era aportar un poco más de evidencia microeconómica. Analizamos cinco países de América Latina, sus sectores de más bajos ingresos —la base de la pirámide—, cuáles son sus niveles de ingreso y ver cuál era la evolución y los precios disponibles de banda ancha móvil y fija.

Se tomó en cuenta los hogares con un ingreso determinado mensual de los tres últimos deciles de ingresos, considerados como la base de la pirámide. Lo que vimos es que la banda ancha fija, incluso aquella con algún subsidio social —como por ejemplo en Brasil— llega hasta los niveles de clase media baja, pero no puede penetrar en los de la base de la pirámide.

Relevamos planes para datos, para smartphones de hasta 1 GB o más de descarga, y planes totalmente prepagos y flexibles. Lo tomamos con una medida bastante conservadora, tomando el dos por ciento del ingreso mensual por hogar. Cuando se supera este umbral se considera que la gente no podría gastar en banda ancha, porque tiene otras necesidades.

El estudio muestra que la banda ancha móvil en varios casos llega a uno o dos deciles más que la banda ancha fija, obviamente con los planes más económicos. Otro dato interesante es que la banda ancha móvil redujo su precio un 52 por ciento en los últimos tres años, en planes prepago. Obviamente tiene limitaciones, sin embargo hoy es uno de los modos por los que mucha gente está accediendo por primera vez a Internet.

Esto es algo que todos los Gobiernos tienen dentro de sus planes, dentro de su agenda digital y su plan nacional de banda ancha. Otro fenómeno interesante es que los smartphones están bajando en su precio de forma significativa en América Latina y en el mundo. Entonces mucha gente accede a Internet por primera vez a través de un smartphone.

Creemos que esto es importante, y que merece la atención necesaria por parte de los Gobiernos para considerar la banda ancha móvil como una alternativa, a la banda ancha fija y un modo de democratizar el acceso a Internet.

¿Han visto programas como 0-800 banda larga de Brasil que haya despertado interés en la región?

Con banda ancha móvil no hay tantas iniciativas, la mayoría de iniciativas se enfoca en la banda ancha fija. Por eso venimos insistiendo en que le den un rol de importancia a la banda ancha móvil porque la fija tiene un techo de crecimiento en la región.

La universalización de servicios siempre tuvo dos grandes variables, el precio y las distancias…

O sea, cobertura y asequibilidad. Sí, es un elemento en el que se necesita trabajar entre el sector público y el privado conjuntamente, para promover la cobertura incluso en áreas no rentables. Por un lado está el tema del uso de los fondos de Servicio Universal, que tampoco contemplan muchas de estas cosas, todavía hay una concepción vieja. De hecho, el año pasado la GSMA sacó un estudio que decía que sólo el ocho por ciento de los fondos de universalización de 57 países se estaba ejecutando. En muchos países sucede que se recauda y no se utiliza, no hay un modo de utilización, y tampoco se sabe con qué tecnologías utilizar. Y promover la cobertura es clave. A veces las licitaciones de espectro son el mecanismo dinámico para hacerlo, porque la industria invierte e invierte con requisitos, y todo avanza. Lo mismo que remover restricciones al despliegue de infraestructura. Hoy uno de los grandes debates en la región es la calidad de servicio, y por el lado de la industria es que hay muchas ciudades en que desde el año 2009 no se puede instalar antenas. Los Gobiernos tienen que promover el uso de edificios públicos para el despliegue de infraestructura, tratar de facilitar y homologar los permisos, incentivar la compartición de infraestructura, y al mismo tiempo, promover la cobertura con las medidas regulatorias.

¿Cómo ven el refarming de espectro en la región?

Las licitaciones que ha habido en América Latina, y esto es un punto positivo a diferencia de Europa, es que no especifican un tipo de tecnología, sino que hablan de IMT, IMT Avanzado o datos con movilidad. Esto permitió que en las mismas frecuencias de 2G se pueda lanzar 3G. Si en la región hubiéramos tenido que esperar una licitación específica para 3G, quizá todavía a algunos países no hubiese llegado. Por esto es que en muchos casos no es necesario el refarming, hay que ver las condiciones de la licencia.

Lucas Ledesma es un periodista que cubre el sector de telecomunicaciones y tecnologías de la información desde 2004. Ha trabajado y colaborado en diversos medios digitales e impresos relacionados con estos sectores. En abril de 2007, se unió a Tele-Medios como editor de TeleSemana.com. Su formación académica incluye la licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina) y un posgrado en Gestión Estratégica de las Comunicaciones en la Universidad de Belgrano (Ciudad de Buenos Aires, Argentina).

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.