La industria lleva años debatiendo cómo deben desarrollarse las redes de banda ancha para ser eficientes con la cantidad de accesos y la utilización de nuevos servicios. Todos los cálculos presagian que, de seguir desarrollándose las redes de la misma forma en que se ha venido haciendo hasta la fecha, el negocio de los operadores se volverá inviable desde el punto de vista financiero.
El problema no es parte del desarrollo de una red, sino que prácticamente todo su modelo debe sufrir una transformación que evite inversiones redundantes, dificultad para conseguir escala, problemas de tiempo en el desarrollo y lanzamiento de nuevos servicios, complicaciones a la hora de operar y mantener una red, y, en definitiva, estar atado de pies y manos para iniciar ciclos de innovación que inviten a terceras partes que aporten valor a ser parte del proceso.
La solución que se planea en el sector pasa por migrar las redes a un ambiente donde el software tenga un mayor peso y donde el control de la red se obtenga desde un punto centralizado (o semi centralizado) desde donde los operadores puedan programar su red y servicios. Software Defined Networking (SDN) y Network Function Virtualization (NFV) están pensados con estos objetivos en mente. Su implementación no debe verse, de todas maneras, como una forma de ahorrar, sino como el mecanismo para poder acelerar la innovación y, por ende, nuevos negocios.
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