Sigilosamente, en medio de la presentación del iPad Air 2, Apple introdujo una solución SIM exclusiva que podría revolucionar el paradigma vigente de portabilidad a escala internacional.
Apple SIM es una tarjeta preinstalada que permite a los usuarios elegir planes de corto plazo entre una variedad de carriers estadounidenses —AT&T, Sprint y T-Mobile— y británicos —EE—. El éxito de esta tecnología podría hacerla extensiva a sus terminales iPhone —según IDC, representaron el 11,9 por ciento del mercado mundial de smartphones durante el segundo trimestre del año— y producir un efecto contagio por afuera de su ecosistema de productos.
El pilar del servicio es la flexibilidad para mudar de operador sin estar atado a cláusulas contractuales de largo plazo. El propio sitio de la firma de Cupertino señala que, ante la eventualidad de un viaje, los usuarios podrán optar por otros planes con empresas que hayan establecido alianzas con los carriers inscriptos en la iniciativa.
La tableta, que estará disponible para el público del hemisferio norte a partir de la semana que viene, será compatible con 20 bandas LTE. Su versión más económica —16 Gb— costará 499 dólares y la más cara —128 Gb— 699 dólares. Los modelos con acceso a la red móvil costarán 130 dólares adicionales.