La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil aprobó con condiciones la compra de GVT (Grupo Vivendi) por parte de Telefónica, informó la Agencia Reuters.
El regulador dispuso que Telefónica deberá renunciar a su participación en Telecom Italia —que controla a TIM— en los próximos 18 meses, período en los que también resignará su poder político en las asambleas del operador europeo.
Por su parte, la francesa otorgará un 4,5 por ciento del capital que recibirá en la sociedad resultante de la fusión para quedarse con 1.100 millones de acciones ordinarias de la participación que Telefónica tiene en Telecom Italia, equivalentes a una cuota del 5,7 por ciento del capital social con derecho a voto.
Con esta medida, Telefónica da fin al principal conflicto regulatorio que enfrentaba en Latinoamérica. Sin embargo, todas las futuras medidas previstas para concretar la operación deberán recibir nuevos avales de la Anatel.
Además, ambas compañías tendrán que devolver subvenciones para líneas fijas, dado que la fusión produjo solapamientos —especialmente en San Pablo— y mantener los planes y ofertas actuales por un plazo de 18 meses.
La empresa resultante será el segundo mayor proveedor brasileño de servicios de banda ancha fija, con una cuota del 29,86 por ciento, detrás de América Móvil, que detenta un 31,01 por ciento.
Asimismo, será el tercero en televisión paga, con una participación del 8,15 por ciento. América Móvil y Sky (DirecTV) completan el podio, con cuotas de 53,03 y 28,76 por ciento, respectivamente.
Dado que actualmente lidera el mercado de la telefonía móvil con una cuota del 28,66 por ciento, Telefónica superará a todos sus rivales a escala nacional, con 101 millones de clientes e ingresos de 13.915 millones de euros.
